¿Qué tan difícil es dejar de quejarnos? Sí, admitámoslo, el mundo es oscuro y normalmente nos enfocamos en lo malo. Nos deprimimos y decimos pues ¿qué le vamos a hacer? Y nos resignamos.
Pero afortunadamente no todas las personas somos así. Existen algunos ciudadanos que, por azares del destino, ya sea por experiencias personales, o por circunstancias de emergencia, o incluso por tragedias enormes, han decidido dejar de quejarse y convertirse en agentes de un cambio.
¿Y eso con qué se come? Pues de entrada, con las manos. ¿Cómo? Muy fácil, hablo de ensuciarse las manos en el sentido más amplio de esta afirmación.
Dejar de preocuparnos para comenzar a ocuparnos, ir más allá de la queja y convertirnos en personas enfocadas en la acción, en pocas palabras: personas de impacto.
Hay quienes dicen que la generación millenial es la generación de la inmediatez, que todo quieren rápido y fácil y muchas personas les critican por ello. Sin embargo, lo cierto es que ese deseo de satisfacción inmediata les hace también llevar su inconformidad a la acción con más fuerza y decisión de lo que lo han hecho otras generaciones y eso, al menos de mi parte, merece un aplauso de pie para los millenials.
He pasado todo el fin de semana rodeada de personas que en algún momento de sus vidas decidieron que el mundo no podía seguir enfilándose a un despeñadero. Que era el momento de cambiar desde lo individual para provocar una gran transformación colectiva.
Las y los millenials son los protagonistas hoy de un momento histórico de ruptura, de cambio, son la voz de un llamado a la acción en todo el mundo.
Hace un año y medio que soy voluntaria en MakeSense, una organización internacional nacida en Francia que se ocupa de construir vínculos entre organizaciones sociales, ciudadanos, emprendedores sociales, academia, gobierno e iniciativa privada para entre todos, construir soluciones reales y sostenibles para los grandes problemas del mundo.
En México, esta organización está enfocada en apoyar a los emprendedores sociales y dotarles de herramientas metodológicas que les permitan resolver los retos que enfrentan en el día a día para consolidarse como proyectos sostenibles y concretar verdaderas soluciones aplicadas a los problemas cotidianos.
Pero los problemas son muchos y los retos son grandes, por ello, aunque ya somos muchos voluntarios en el mundo, queremos inspirar a más y más seres humanos que quieran provocar un verdadero impacto social con sus acciones. Por ello hoy hemos lanzado #Humans4Impact, una iniciativa comunicativa para contar las historias más inspiradoras de aquellas personas que decidieron cambiar el rumbo de sus vidas y encauzarlas hacia la creación colectiva de soluciones que nos permitan ser parte de una sociedad más participativa y resiliente.
#Humans4Impact es parte de un proyecto más grande llamado MakeSense Stories, una plataforma digital donde compartiremos información, conocimiento, historias e información útil para quienes deseen comprender más sobre el mundo del emprendimiento social, la integración comunitaria, el trabajo colaborativo y la participación ciudadana.
Es momento de que, seas o no un millenial, te mires al espejo y te preguntes con toda honestidad ¿en dónde estoy parado? ¿hacia dónde quiero dirigir esta rabia o impotencia ante la realidad que vivo? ¿qué tan feliz soy con lo que hago? Es probable que encuentres que eres muy feliz, pero también que descubras que no te gusta tu realidad y entonces ¿qué sigue? ¡pues cambiarla!
De momento, #Humans4Impact arrancará en México pero después se transformará en un viaje global donde muchos podamos convertirnos en cazadores de esas historias de inspiración, transformación y cambio social que tanto necesitamos. Y tú, ¿te quieres sumar a este viaje? Muy pronto te voy a contar cómo.