Algunos meses han pasado desde que el Hashtag #YoViajoSola se volvió trending topic en las redes sociales, tras el lamentable asesinato de dos turistas que recorrían el mundo pero no solas pues viajaban juntas, aún así se les juzgó mediáticamente por lo que ellos llamaron “viajar solas” cuando en el fondo querían decir “viajar sin un hombre”.
Por fortuna, dicha tendencia en redes sociales no desapareció como pasa con una simple moda y hoy el Hash Tag que ha llegado a ser trending topic gracias también al impulso de bloquear y viajeras, es #ITravelAlone.
Esta iniciativa ahora global no está asociada a una trágica circunstancia como la anterior, sino a la inigualable experiencia de vivir sin miedo, de caminar por el mundo sabiendo que las mujeres tenemos el mismo derecho que un hombre a vivir la vida, a conocer otras cultura, a involucrarnos con nuevos paisajes y distintas formas de vida.
Actualmente, los medios digitales y el tener las herramientas literalmente en la palma de nuestra mano, las mujeres podemos combatir el discurso del miedo.
Ayer, fuimos testigos de como miles y miles de mujeres tomaron las calles para exigir sus derechos tanto en diversas ciudades de los Estados Unidos, como en otras importantes capitales del mundo.
Asistimos también a tiempos de cambio en la política local donde cada vez somos testigos de como ciudades tan importantes como París, Washington D.C., Barcelona, Madrid, Sidney o Caracas son gobernadas por mujeres, líderes políticas que trabajan para hacer de estas ciudades mucho más influyentes y respetuosas de los derechos de todas las mujeres.
Las viajeras también podemos contribuir a empoderarnos como género y por ello nace esta iniciativa.
#ITravelAlone es una iniciativa en la cual, a través de relatos de otras viajeras, se busca transmitir energía positiva, experiencias y nuevas formas de vida para alentar a las mujeres que desean emprender un viaje solas a que lo hagan, a que no tengan miedo, a ejercer nuestro derecho al libre tránsito sin riesgos, sin temor y sin violencia.
Así, antes de echar en la mochila todo lo necesario para sobrevivir en nuestra travesía, deberemos empacar el valor para destruir nuestros prejuicios, para hacer oídos sordos a quienes nos dicen que viajar solas no es para mujeres.
La mochila debe estar llena de valor y vacía de miedos y prejuicios. Las mujeres queremos viajar solas por Latinoamérica sin que eso se interprete como que pedimos a gritos que nos violen o nos maten. Queremos conocer las maravillas de Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Colombia, México, Venezuela, Perú, sin sentir que deberemos soportar que nos acosen, nos agredan o nos violenten porque no, eso no es normal.
Yo sueño con conocer el corazón de África, Asia y Medio Oriente y se que podré hacerlo, estoy ahorrando y trabajando mucho para ello pero quiero hacerlo sin miedo a ser juzgada, quiero tener la libertad de elegir si viajo sola o acompañada por la vida. No necesito un príncipe que me rescate. No soy una frágil princesa. Si quiero caminar en compañía será por eso, por el deseo de compartir, no por tener miedo.
Viajo sola desde hace 18 años, aunque se volvió mucho más frecuente desde hace 10, cuando decidí vivir la vida en soltería. Las experiencias que he tenido en más de 10 países del mundo han sido únicas y no, jamás me ha pasado nada que no hubiera podido controlar. Cuando un árabe me acosó en París, dije firmemente No, y pedí ayuda a la policía. Cuando en la misma ciudad un joven me cortejó y así lo desee, tuve una aventura con él, igual que lo hice en Río de Janeiro. Pero igual rechacé a decenas en Roma, Lisboa, Panamá, Brasil y México. Porque yo decido lo que hago con mi cuerpo, cuando viajo y cuando camino por mi ciudad. Y eso aplica para todas y cada una de las mujeres.
Ahora, ha llegado a la Casa Blanca un hombre famoso por su misoginia, su vulgaridad y su trato violento contra las mujeres. No tiene el menor pudor en esconder estos rasgos y peor aún, está dispuesto a trasladarlos a su forma de gobernar al país más poderoso del mundo. Pero no, eso tampoco debe hacernos sentir temor. Es Donald Trump quien debería avergonzarse de ser lo que es.
Nosotras, las mujeres, debemos seguir nuestro andar por el mundo con la frente en alto. Persiguiendo nuestros sueños, luchando por construir nuestra felicidad cotidiana, andando los caminos que decidamos andar, solas o en compañía de quienes elijamos como socios de vida, como compañeros de andanzas pero nuestros pasos, nuestras huellas seguirán siendo siempre, y en plenitud de todos los derechos, nuestras andanzas en femenino.