El investigador en ciencias médicas del Instituto Nacional de Salud Pública, Celso Ramos García, señaló que hay mosquitos que son naturalmente resistentes y otros son susceptibles a la infección por el virus
“Si hablamos de dengue, por ejemplo, el virus es tomado por el mosquito cuando se alimenta de sangre y entonces el virus puede o no replicarse en el mosquito. Hay mosquitos que controlan muy bien la replicación de los virus, y los mosquitos para que sean infectivos, el virus tiene que llevar la glándula salivar del mosquito, de tal forma que cuando va a chupar sangre, inyecta saliva y con la saliva está inyectando a los virus y de ese modo el virus entra al organismo”.
Destacó que “hay mosquitos que se han hecho resistentes precisamente por la presión biológica de los insecticidas. En una zona como esta, donde el dengue es común, se aplican insecticidas o se aplican larvicidas para poder controlar la densidad de los mosquitos y algunos de ellos, por la presión biológica de estar en contacto con el insecticida, pues se hacen resistentes. Es un mecanismo natural de defensa de los mosquitos”.
Consideró que hoy día es más difícil y más costoso eliminar a este vector. “Es más costoso y además, contaminamos el ambiente con insecticidas. La idea es buscar alternativas novedosas de control de los mosquitos. Difícilmente se van a poder eliminar o erradicar los mosquitos, eso no es posible, pero sí podemos aprender a convivir con ellos. Las familias se pueden proteger con mallas en sus ventanas o en sus casas, usar pabellones, usar repelentes; esas son formas de evitar la picadura de los mosquitos”.
Hizo énfasis en que la sociedad debe ser más participativa para eliminar los sitios potencialmente criadores de este insecto.
“Hay dos estrategias de la Secretaría de Salud; una es el patio limpio y la otra es el cuidado del agua. Sabemos que el agua o los recipientes donde se almacena agua, son los sitios donde oviposturan los mosquitos. Entonces, si uno aprende a cuidar el agua, a lavar los contenedores de agua o a taparlos, voltear lo que no se usa o desechar lo que no se usa en los patios, eso elimina los criaderos de los mosquitos y entonces su densidad disminuye”.
Apuntó que en países de Centroamérica se le indica a la población que tape los tinacos o los tanques donde almacenan agua, pero resulta que en la práctica eso les dificulta para tomar el agua y prefieren mantenerlo destapado, lo que hace que los mosquitos encuentren un sitio de multiplicación relativamente fácil.
“Tenemos que trabajar mucho en lo que es promoción de la salud y hacer conscientes a las familias, sobre todo a las mamás, que son las que conviven más en la casa”.