Agregó que tras la reciente visita al municipio, junto con la titular de la Secretaría de Obras Públicas se verificó las condiciones de la infraestructura de la biblioteca modelo, por lo que se buscarán acciones inmediatas que eviten daños durante la temporada de lluvias, dijo.
Reyes Posadas destacó que luego de verificar que una zona del techo que está con lámina de policarbonato se levantó por los aires de los pasados meses, se plantean opciones inmediatas para prevenir problemas al interior del edificio y con ello garantizar la seguridad de los materiales, por lo que se prevé cubrir el desprendimiento de manera provisional y posteriormente colocar toda la estructura.
El coordinador estatal de bibliotecas refirió que los trabajos se llevarán a cabo a través de la Secretaría de Obras Públicas, y que en caso de que alcanzaran los tiempos, buscará realizar la estructura en forma, pero por principio de cuentas se buscará la manera de bloquear los accesos de agua y tener así en buenas condiciones la biblioteca modelo.
“En esta zona descubierta hay estantería con alrededor de 800 libros que pudieran mojarse y crearse el hongo que se puede expandir, por lo que se buscará cubrirlo a la brevedad”, garantizó.
Reconoció que durante la administración anterior buscó aprovechar el recurso, por lo que el espacio fue adaptado para cubrir los requisitos del proyecto y así aprovechar la inversión federal de la biblioteca modelo.
Aceptó que esta unidad no cuenta con accesos para discapacitados, ya que está pendiente por adaptarse a través de un pequeño elevador. “Esta es la segunda biblioteca modelo que tiene el estado en la región, así que con ello se busca mejorar sus condiciones y lograr ampliar los servicios”, apuntó.
Cabe mencionar que el daño en la techumbre de esta biblioteca se registró luego de un mes de haber sido inaugurada (diciembre 2013), ya que el plafón de parte del techo se desprendió a causa de la humedad, por lo que está en riesgo el equipo, la bibliografía y el material que se ubica en esta zona, donde incluso los anaqueles permanecen cubiertos con plásticos para evitar daños al acervo cultural.