“Estamos exigiendo al presidente municipal y a los regidores que se aplique la ley, que haya congruencia, no a favor de que se les golpee o confisque la mercancía a los ambulantes, porque hay formas, sino que se les ordene como personas. Las calles son de usufructo público de todos, no para ejercer el comercio”, destacó Marcos García Álvarez, presidente del organismo.
Desgraciadamente, estas autoridades que tenemos, continuó –e ironizó: “Se me barrió eso de autoridades; decir eso son palabras mayores”–, no han sabido responder a las expectativas que se tenían de ellas cuando se eligió a este señor, Enrique Retiguín Morales.
“Presidentes municipales anteriores demostraron que sí se puede cuando se quiere. El actual gobierno el poder ya lo tiene; lo que le falta es querer.”
Resaltó como ejemplo, que durante todo lo que va de este periodo, los comerciantes que están en las afueras del auditorio municipal permanecen ahí varios días a la semana y no se les ha ordenado. “El auditorio prácticamente ya es un mercado, falta invadir lo de adentro; entonces, de una vez que se declare como mercado público, que metan a los ambulantes ahí y que hagan otro auditorio en otra parte. Hay que buscarle solución al asunto, hay que hallarle el hilo a la madeja para que todos estemos en paz, tranquilos y trabajando.”
De igual forma, García Álvarez aseguró que la Cámara no se opone a que la gente se gane “su pan de cada día honradamente”, pero sí se opone a que haya gente que se dedique al comercio informal, teniendo un puesto dentro del mercado. “Ésa es la responsabilidad de la autoridad, de hacer un censo y hacerlo público; que diga cuántos puestos tiene fulano, perengano, etc., y ver que ahí se rebasa la necesidad de cubrir sus necesidades alimenticias y de otra índole. Tenemos el problema de los que venden piñas, eso ya es una plaga, por donde quiera dejan un basurero, invaden los cajones que son para uso de quienes quieren estacionar su vehículo para hacer una compra o ir al banco, etc., pero no pueden porque están invadidos. Apartan lugares y entonces, ¿en dónde queda el reglamento, el bando de gobierno, la Constitución que manda que una de las funciones fundamentales de los Ayuntamientos es preservar las garantías individuales? Demandamos la libertad de tránsito, tanto de las banquetas como las de las calles. Exigimos, nada más, que se cumpla y se haga cumplir la ley.”