Los diferentes Ayuntamientos de la región sur están teniendo problemas para pagar los salarios y no se diga para prever el pago de aguinaldos. Por un lado, existen quejas por el retraso en el pago de las quincenas de manera oportuna y por otro, la erogación por concepto de aguinaldos es una preocupación de todos los gobiernos.
En este punto, es menester referir que el gobierno de Jojutla pagó por anticipado el aguinaldo a los trabajadores sindicalizados, y aunque las autoridades lo niegan, el hecho seguramente se debió a generar votos a favor del candidato del partido en el gobierno, pues se hizo antes de las elecciones. Sin embargo, aún faltan los trabajadores de confianza, para los cuales no están aplicando el mismo criterio de dárselo por adelantando y, peor aún, ya existen versiones de que incluso podrían no pagarlo. Hay que recordar que la actual administración aún adeuda el aguinaldo 2011 al personal de confianza, cuando, precisamente por la falta de dinero en la que los dejó la administración anterior, el Ejecutivo decidió no pagar a los nuevos funcionarios, pero tampoco a los que ya habían laborado y no eran de su equipo.
Así las cosas, se habla de que podrían no entregarlo, por lo menos en esta administración, cuando el alargue del periodo se dio hasta diciembre, precisamente para que los Ayuntamientos dejaran todo en orden, no dejaran pendientes y lo más ordenada posible la administración.
Pero parece que varios municipios, por lo menos en la región sur, desoirán esa recomendación y las autoridades, lejos de agradecer los dos meses más de jugosas dietas, querrán llevarse lo más posible, porque ya se habla también de que en Jojutla, algunos regidores buscan un bono de fin de trienio. No satisfechos con lo que han obtenido, sin compromiso ni resultado alguno, ya se escuchan versiones de que algunos concejales buscarán una “compensación” por permanecer en un cargo en el que poco hicieron y recibieron mucho, pero quieren más.
Otros pendientes de los gobiernos serán las demandas laborales, muchas de ellas ya en fallos adversos. Todos los municipios tienen demandas y todos ya en vías de condena, por no haber atendido a tiempo y forma cada uno de ellos.
Y qué decir de los proveedores, que en el ánimo de sentir una venta segura, concedieron productos y servicios a crédito, que en muchos casos no se han podido solventar.
Viene pues el cierre de las administraciones, el último tramo para que los gobiernos dejaran inscrita su obra en la historia; pero, en muchos casos, me temo, será lo contrario. Será más bien un periodo que los ciudadanos querrán olvidar lo más pronto posible.