Alrededor de las 11 de la mañana de ayer, poco más de una veintena de personas (entre comerciantes ambulantes, integrantes de las brigadas zapatistas y otras organizaciones) se apostaron en la avenida Constitución del 57, frente al auditorio municipal, para realizar bloqueos intermitentes.
Por minutos se colocaban a todo lo ancho de la calle, con pancartas, mientras por un altavoz manifestaban sus demandas. Pedían que se les dejara ejercer su actividad comercial, porque aseguraron que son hostigados por los fiscales y por el administrador de mercados Ernesto Astudillo Flores, de quien pedían su salida. Se decían discriminados por ser indígenas y exigían que se presentaran las autoridades municipales para llegar a un acuerdo.
Rosa Medina Herrera, comerciante semifija, declaró que la protesta era porque el alcalde Enrique Retiguín siempre les ha cerrado la puerta y no ha dialogado con ellos. “Queremos que vengan las autoridades porque el administrador de mercados siempre hace operativos sin orden, dice que siempre que nos pongamos, siempre nos va a arrebatar las cosas. Queremos que nos den de una vez los lugares (donde vender)”.
Criticó que a un grupo de comerciantes no les hacen nada, mientras a otro, donde está ella, “siempre nos están chingando”. “Pagamos 15 pesos de piso y además 50 pesos de mordida”.
Los automovilistas, desesperados, tocaban insistentemente el claxon e incluso una motocicleta chocó con un vehículo particular. Por el altavoz, Armando Visairo advirtió que entre más tocaran el claxon, más tiempo continuarían los bloqueos, porque lo que querían era informar.
Ruteros dijeron que estaban perdiendo sus horarios de recorrido y gastando gasolina de más.
Tras casi una hora, llegó el director de seguridad pública Vicente García Sierra al lugar, junto con un grupo de elementos, lo que encrespó a los manifestantes. El jefe policíaco advirtió que se retiraran, porque estaban obstruyendo el tráfico. Lejos de atender la recomendación, los inconformes empezaron a cuestionar a los policías. Armando Visairo dejó el micrófono y se unió al bloqueo. Instantes después los policías comenzaron a detener a algunos de los manifestantes, mujeres incluidas, lo que inició un zafarrancho. Hubo golpes para ambas partes. Los comerciantes comenzaron a lanzar insultos e improperios a los policías.
“No somos delincuentes”, “Así deberían actuar contra el narco”, les gritaban, entre otras cosas.
Con dificultades, los elementos lograron someter a quienes consideraron eran los líderes del movimiento. Sin patrullas, se los llevaron a rastras a la comandancia, ubicada a tres cuadras de allí. Una mujer, también detenida, gritaba que estaba embarazada y lanzaba mentadas de madre y maldiciones a los uniformados, además de golpes. La soltaron y se la llevaron caminado, pero finalmente la liberaron antes de llegar a la comandancia.
En total fueron cuatro los detenidos y un menor. El director de seguridad pública, en entrevista, informó que actuaron por una denuncia anónima. Señaló que estaban obstruyendo las vías de comunicación y al hacer caso omiso, procedieron al aseguramiento. Afirmó que también hubo dos golpeados de parte de los policías, sin consecuencias. Enfatizó que no todos los que participaron en el bloqueo eran comerciantes ambulantes.
De manera extraoficial, se supo que los nombres de tres de ellos son Héctor Figueroa Simón, Óscar Zacarías y Vicente de la Rosa Roque. Un menor de edad, de nombre Pablo, fue liberado, sólo con amonestación.
Al lugar llegó Aurelia Castañeda, de la visitaduría regional de los derechos humanos, quien aseguró que documentaría los casos para emitir una opinión.
Pero el asunto no paró ahí. Los comerciantes se reorganizaron y volvieron a la zona del bloqueo, ahora denunciando represión y exigiendo la liberación de sus compañeros.
La policía realizó un segundo operativo, en el que se detuvo a otras dos personas, entre ellas a Armando Visairo, quien fue llevado prácticamente en vilo por cuatro elementos, pero no lograron llegar a la comandancia. Hacían descansos de tramo en tramo, por lo que nuevamente la mujer que se decía embarazada, llegó y golpeó a un uniformado. Llegaron enseguida más comerciantes y liberaron a Visairo, quien ya iba semidesnudo por el arrastre. Ahí nuevamente se calmaron los ánimos.
Más tarde, de acuerdo con la Dirección de Seguridad Pública, los inconformes se manifestaron, exigiendo la liberación de sus compañeros, ahora frente a la comandancia. Como resultado fueron detenidas y utilizando equipo antimotín Socorro Méndez Pérez, Noemí Simón Sotero, Juana Díaz Méndez, Francia Libertad (a quien se dejó en libertad, porque estaba embarazada), Néstor Aslan Monroy, Alan Pandoreni Sandoval y Armando Visairo.
Al cierre de esta edición, se confirmó que los cuatro primeros detenidos, fueron puestos a disposición del ministerio público, por el probable delito de ataque a las vías de comunicación. Aunque después de su declaración podrían obtener su libertad con el pago de 500 pesos, apuntó el subprocurador de justicia.
El resto permanecía en los separos de la Policía Municipal, sin que aún se definiera su situación, aunque la guardia estimó que podrían ser sancionados por faltas administrativas.
Alrededor de las seis de la tarde, Carlos Leana, del “Movimiento democrático de bases”, en un auto de sonido y acompañado de alrededor de 30 personas, éstas con pancartas, marcharon por las calles reprobando la acción del gobierno de Enrique Retiguín, y exigiendo la liberación de sus compañeros. Criticó que los comerciantes fueron encerrados sólo por pedir que se les permitiera trabajar, mientras que quienes trabajan en el gobierno ganan grandes cantidades de dinero. También reprochó que el gobierno municipal criminalice la protesta social.
Esta manifestación terminó en la visitaduría de los derechos humanos.
2 comentarios
Hey
muy bien seguridad publica los felicito por hacer su verdadero trabajo, ya… Compartelo!
Hey
este maldito viejo del presidente rataguin todo su sexenio los dejo trabajar… Compartelo!