Pasó un largo tiempo preguntando a sus maestros qué necesitaba estudiar para ser como Einstein y también convertirse en astronauta, la respuesta la encontró en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en la carrera de física.
Actualmente puede afirmar que logró su sueño de niña, pues aunque no ha desvelado ninguna teoría como Einstein ni viajado al espacio, realiza algo que le apasiona: estudiar el universo. Es una experta mexicana en supernovas, es decir, en la extinción de estrellas gigantes, y ha realizado estancias en observatorios de México, Estados Unidos, Francia y Chile.
Su nombre es Silvia Patricia Ambrocio Cruz y es investigadora en la Escuela Superior de Tlahuelilpan, perteneciente a la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, donde realiza estudios sobre cinemática del medio interestelar y, en particular, de restos de supernova tanto en la Vía Láctea como en otras galaxias.
De Tlahuelilpan a Marsella en busca de la ciencia
Patricia nació el 18 de abril de 1969 y el pueblo donde creció, Tlahuelilpan, que en lengua náhuatl significa “lugar donde se riegan las tierras”, era tan pequeño que incluso era difícil captar señal de televisión, el único medio donde se transmitían los primeros vuelos espaciales.
“A mí me atraía mucho Einstein. Cuando iba en la secundaria me atraía muchísimo su teoría de la relatividad. Se me hacía algo así como sacado de otro mundo porque ¿cómo en su cabeza pueden entrar todas esas cosas? Además me encantaban las matemáticas, siempre se me facilitaron mucho y quería aprender más, inclusive a mis hermanos mayores siempre les pedía que me explicaran lo que ellos aprendían en la escuela”, relató la doctora Patricia en entrevista con la Agencia Informativa Conacyt.
Realizó todos sus estudios básicos en Tlahuelilpan y después logró ingresar a la UNAM, a la carrera de física. Ya estando en la facultad se enteró que existían materias de astronomía y decidió tomar la materia por ser lo que más la acercaba a lo que siempre había querido hacer.
“Me encantó, ya después empecé como ayudante de investigador con el doctor Arcadio Poveda. Hice mi servicio social ahí mismo y también mi tesis. Fue hasta que mi asesora de tesis de licenciatura, la doctora Margarita Rosado, quien hizo su doctorado en Francia, me sugirió irme para allá. Al principio sí me daba mucho miedo porque no sabía hablar francés. Entonces ella me dijo algo que se me quedó grabado: 'Ese no es pretexto, cuando se quieren las cosas, se puede'”, detalló Ambrocio, también miembro nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
Su viaje por Francia duró cinco años. Patricia cuenta que el primero fue difícil porque sus clases comenzaban a las siete de la mañana y terminaban hasta las seis de la tarde, después asistía a un curso intensivo de francés.
Al final de su estancia en la Universidad de Provenza, en Marsella, recibió el grado de doctora en ciencias, con especialidad en radiaciones y plasmas.
Una pasión por las supernovas
¿Por qué nacen las estrellas? ¿Cómo nacen? ¿Cómo se forman? ¿Cuál sería la receta para crear una estrella? Esas son las preguntas que motivan las investigaciones de la doctora Patricia, en especial sobre supernovas.
De acuerdo con la doctora, una estrella tiene ciclos: nacen y se desarrollan por un cierto tiempo hasta que mueren. El modo de morir de las estrellas masivas es mediante una gran explosión que se llama supernova.
Explica que las explosiones pequeñas de estrellas con baja masa terminan como novas. Por el contrario, las supernovas son explosiones de estrellas tan masivas que equivalen a más de ocho veces el tamaño del sol.
“Me apasiona lo que son las supernovas porque yo me dedico al medio interestelar y mi especialidad son las supernovas pero en específico toda la evolución estelar. Aquí uno ve un cielito estrellado, pero ya cuando ves las imágenes obtenidas por los telescopios es increíble, el querer saber cómo se formaron todos los objetos que conforman el universo y cuál es la evolución que va a seguir”, relató.
Actualmente, la doctora Ambrocio trabaja en la realización de un censo en la Vía Láctea de todas las supernovas que existieron, a partir del rastro que queda en el cielo que son las nebulosas llamadas restos de supernova.
“Estamos observando hacia el cielo para identificar estos restos de supernova, calculando sus edades, hace cuánto tiempo murió la estrella que dio lugar a esta nebulosa, qué masa tenía la estrella cuando murió y lo más interesante es saber si esta explosión de supernova puede generar el nacimiento de otras estrellas. Eso es a lo que nosotros llamamos nacimiento estelar secuencial, que una estrella muere pero su muerte va a generar el nacimiento de otra estrella de masa diferente”, señaló.
En el proyecto, que comenzó hace más de 10 años con su tesis de licenciatura, también participan científicos italianos, franceses, argentinos y chilenos, entre otros, con el objetivo de mapear el cielo desde diferentes regiones del mundo, como el observatorio de Chile o la Universidad de Chicago en Illinois.