No puede pasar desapercibida en cualquier ciudad a la que vaya. Es una chica de tez blanca, de menos de un metro sesenta centímetros, piel blanca y ojos claros.

El sábado 30 de julio por la mañana se le vio por el centro, llevaba un short de mezclilla, una playera con estampado de moda, sandalias y trenzas africanas. A su lado iba un hombre, de mayor estatura, pelo negro y rasgos orientales.

Quien la observó de lejos o de cerca vio a una mujer guapa y de cuerpo atlético. Nadie imaginó que horas más adelante tundiría a golpes a otra chica.

Zaida “Poblanota” Cuevas, se llama su contrincante. “La Cobrita”, varios centímetros más pequeña y tres kilos y medio menos, la venció al minuto con 27 segundos del primer raund, en una pelea pactada a seis episodios en la categoría de peso mosca, en el auditorio de la casa ejidal de Chipitlán. Según los organizadores, la primera pelea profesional de box entre mujeres en la capital de Morelos.

“Cuatro años antes me enfrenté con Zaida y le gané. Pensé que la mujer había agarrado más experiencia”, comentó.

De Saltillo

Mayela Pérez Duarte nació el 18 de abril de 1985 en Saltillo, Coahuila. Su peso actual es 47 kilos con 500 gramos y su estatura un metro con 55 centímetros. Es licenciada en educación física y la primera boxeadora profesional de Saltillo.

Mayela es diestra y considera que uno de sus mejores golpes es el gancho al hígado. "Un boxeador es tan bueno como su mano izquierda", dijo citando a don Arturo “El Cuyo" Hernández.

Es peso paja. Su récord profesional es de 20 victorias, 10 por nocaut. Ha tenido 20 derrotas y cuatro empates. En abril de 2014 consiguió el título mundial interino plata peso mosca del Consejo Mundial de Boxeo, al derrotar en diez asaltos por decisión unánime a Alejandra "La Finita" López.

Destacan, entre sus peleas internacionales, los combates contra: Naoko Fujioka Koraku en Hall, Tokyo, Japón; Carina Moreno, en HP Pavilion, San José, California, Estados Unidos; Melissa McMorrow, debut en Playboy Mansion, Beverly Hills, California en Estados Unidos; Maribel Zurita, en Joy of Austin, Round Rock, Texas, Estados Unidos; Hollie Dunaway, en Chaifetz Arena, Saint Louis, Missouri, Estados Unidos; y Sindy Amador, en Doubletree Hotel, Ontario, California, Estados Unidos.

Su incursión en el box

En el año 2002 acompañó a una amiga suya de nombre Olga, al gimnasio “Espartanos”, ubicado sobre la calle Coss y viendo las actividades que ahí se desarrollaban decidió que quería ser boxeadora.

“Siempre me gustaron los deportes, siempre he sido muy activa, desde niña. Me gustó el voleibol, practique futbol, taekwondo, pero el box me llamó mucho la atención. No me inscribí inmediatamente porque había un entrenador que no me caía bien, pero después lo cambiaron y entró el profe Soberón (Óscar Soberón Nakasima), y me animé. Con él comencé y hasta el día de hoy es mi mánager”.

En la mayoría de los casos, antes de que el peleador debute profesionalmente debe hacer una gran cantidad de peleas como aficionado. El caso de Mayela es distinto porque no tuvo tiempo de realizar esos enfrentamientos porque no había rivales mujeres.

Su debut profesional fue en el 2003 en Nuevo Laredo, Tamaulipas, contra Carolina Harris, de Houston, Texas, de mayor peso y estatura que Mayela. “Perdí la pelea. Tenía yo apenas un año de entrenamiento y ninguna pelea amateur. Pero no me tumbó, le aguanté los cuatro raunds”.

Como profesional, la carrera de esta chica ha sido algo accidentada, pero ella no pierde de vista sus objetivos.

“Una de las peleas más duras que he tenido fue en 2006, con Ana María ‘La Guerrera’ Torres, por el título mundial supermosca. Yo no alcazaba el peso paja, pero acepté enfrentarla. Sus golpes eran poderosos, son los que más me han dolido”.

Óscar Soberón tuvo que pedir la suspensión de la pelea en uno de los rounds por la evidente superioridad de la oponente.

“Después de la pelea ‘La Guerrera’ Torres se puso en contacto con nosotros y reconoció mucha calidad y entrega en Mayela”, comentó Soberón.

Otra de las peleas que le dejaron un gran aprendizaje, asegura, fue la que tuvo el 24 de octubre de 2009 con Esmeralda “La Joya” Moreno por cinturón mundial Juvenil minimosca del Consejo Mundial de Boxeo: perdió la pelea pactada a diez episodios por decisión unánime.

“La Cobrita” Pérez dijo que admira a varios peleadores, uno de ellos es Raúl “El Ratón” Macías, quien fue campeón mundial de peso gallo de la Asociación Nacional de Boxeo en 1955.

“Me gusta su estilo y sobre todo la fidelidad que le guardaba a su entrenador Arturo 'El Cuyo' Hernández. Yo siempre he tenido como entrenador al profe Soberón, él me ha enseñado mucho y yo le tengo toda la confianza, somos un equipo”.

También a Laura “La Poeta” Serrano, quien se coronó campeona mundial peso pluma en 1995. En 1999 se enfrentó a las autoridades para legalizar las peleas entre mujeres en la Ciudad de México y en el año 2002 se permitieron en el país.

Nunca ha dejado el entrenamiento

Según su manager, desde el año 2002 a la fecha Mayela no ha dejado de entrenar: su rutina es entrenar de lunes a sábado y cuando tiene pactada una pelea el entrenamiento se extiende a dos sesiones diarias, correr y costalear por más de una hora, además de esparrear.

“La Cobrita debió romper algún reto nacional mundial porque nunca ha dejado de entrenar. Muchas boxeadoras han suspendido el entrenamiento por embarazo y parto y recuperación o por alguna lesión o por causas desconocidas y se vuelven a incorporar, pero Mayela no. Siempre ha entrenado; es muy disciplinada”, aseguró Óscar Soberón.

Una vida de sacrificios

A los 31 años en plenitud de su carrera como boxeadora y con los altibajos que ha tenido la boxeadora coahuilense tiene como meta otro campeonato mundial.

“Como deportista de alto rendimiento los triunfos te dan muchas satisfacciones, viajes, admiradores y admiradoras, dinero, conoces muchos lugares, te superas a ti misma. Las limitaciones que tienes, vas viendo cómo se van superando; pero también exige mucho y yo he pensado en realizarme como mujer, tener una familia, establecerme. Tengo mucho cariño por los perros y quisiera tener una fundación para ayudarlos. Pero ahora mi meta es el cinturón”.

Nada la detiene, va por el campeonato

Su triunfo en Cuernavaca contra Zaida la puso en la lista de espera rumbo a uno de sus objetivos principales y por los que ha luchando desde hace ya varios años.

“Los promotores dijeron que si ganaba tres pelas seguidas, después de ésta, habría oportunidad de que me enfrentara por el campeonato mundial; ya tuve una vez el campeonato, quiero volver a ser campeona”, concluyó.