El conflicto entre los sindicatos de trabajadores del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca (SAPAC), adheridos a la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y al Nuevo Grupo Sindical (NGS), se agudiza y pone en jaque a la dirección del organismo operador, que no puede cumplir con las prestaciones de los trabajadores.
La mañana de ayer, Andrés Lozano Alarcón, dirigente del sindicato filial de la CTM, convocó a una conferencia de prensa para anunciar que su agrupación se mantenía al margen de las negociaciones que el sindicato del NGS mantiene con la dirección del SAPAC. Sin embargo, la actividad fue cancelada, pues al restaurante donde convocó (ubicado en la Plaza de Armas de Cuernavaca) arribó el líder del NGS, Bulmaro Hernández Juárez, resguardado por al menos 10 hombres, y dijo: “¿Dónde está? no acudió, nos tiene miedo”.
Hernández Juárez acusó al sindicato cetemista de actuar a favor de las autoridades e impedir el pago de prestaciones a 85 empleados, a pesar de que existe un laudo a su favor. Amenazó incluso con tomar las instalaciones si el director, Alessandro Innocenzi Silenci, no atiende sus demandas.
“Hemos tenido pláticas con el director, fue muy amable, pero no cumple sus compromisos”, dijo Hernández Juárez.
Señaló que Lozano Alarcón tiene amenazado al SAPAC con parar labores si la autoridad reconoce al sindicato del NGS.
Sin embargo, Andrés Lozano por su parte manifestó que no acudió para evitar confrontaciones, al tiempo que argumentó que no está condicionando al SAPAC y sólo exigirán que se cumpla la ley, toda vez que hay procesos legales entre ambas organizaciones.