Esta charla con el artesano y profesor se desarrolla en el patio de su casa, en la comunidad de Tlatenchi, donde él y sus familiares –cartoneros como él– elaboran cabezas parar hacer títeres, guiados por el maestro Héctor Fernández Martínez.
Mientras empapela una cabeza, el profesor de primaria y artesano expone que administración tras administración, año con año, los artesanos y artistas han ido a hablar con los presidente municipales y el cabildo en turno para pedirles escuelas deportivas y talleres para las comunidades marginadas como esta colonia Santa María Tlatenchi, o como la Azteca, la Pedro Amaro o la colonia Altavista, donde hay un alto índice de delincuencia y drogadicción, principalmente de niños y jóvenes, pero hasta el momento ningún funcionario se ha comprometido como se debe.
Taller de títeres.
Según el maestro cartonero, en algunas cabeceras municipales de Morelos hay algunas actividades recreativas y formativas para los jóvenes y niños, pero en Jojutla son escasas y es necesario que no sólo se desarrollen en las ciudades. “Hacen falta en todas las ciudades y pueblos pero principalmente en aquellas comunidades marginadas en donde la gente no sale o no puede salir y no tienen opciones para recrearse, divertirse, hacer deporte, aprender alguna artesanía o arte. El gobierno estatal y municipal tienen perfectamente localizadas estas zonas pero no se ocupan de la gente”.
Títere
Insistirán como cada año
Alfonso Morales da a conocer que este año, como todos los anteriores, presentarán al presidente municipal y al cabildo de Jojutla una propuesta para llevar a esas comunidades los talleres y escuelas deportivas.
“Nosotros vamos a solicitar la explanada del auditorio Juan Antonio Tlaxcoapan para instalar las tardes del viernes, sábado y domingos, cada semana o cada quince días, exposiciones de artesanías y talleres de encuadernación, cartonería, pintura, música, y también solicitaremos que el Ayuntamiento contrate a nuestros artesanos para que cada semana o cada quince días vayamos a dar talleres a la gente de comunidades aisladas que no tienen oportunidad de venir a la cabecera municipal. Estamos muy preocupados porque los niños de las comunidades marginadas carecen de actividades deportivas, culturales, ocupacionales y si no tienen opciones, son presa fácil para que el crimen organizado los reclute”.
Estas actividades que vinculan a los pequeños y a los muchachos con los demás mediante la práctica de algún deporte, algún instrumento o manualidades o artes han funcionado. Uno de los proyectos es Raíces Aztecas, un grupo de 30 niños que salen desde Tlatenchi con el maestro Morales –fundador del grupo– a realizar paseos en bicicleta.
En su oportunidad, Morales Vázquez dijo: “Quiero que hagan ejercicio para que no se vayan a drogar y no agarren malas mañas como robar, vender drogas. Quiero que conozcan su estado, que lo amen, que vean cuántas cosas bonitas hay. Una vez un niño me dijo, 'maestro, yo no conocía Jojutla', y a mí me dio tristeza porque el pequeño no podía salir ni siquiera de su barrio porque no tiene dinero para ello o sus padres no tienen tiempo para atenderlo”.
Otra de las actividades que realiza el artesano Alfonso Morales –maestro de educación primaria en la escuela “Ignacio Zaragoza”– son las clases gratuitas a niños y adultos en un local de una telesecundaria en Tlatenchi.
Títeres de cartón
Héctor y Alfonso.
Mientras elabora un alebrije, Héctor Fernández explica que el títere le gusta a los niños porque es en tercera dimensión (se puede tocar) y para ellos es más creíble lo que diga un muñeco que lo que diga un humano adulto.
“Todos los temas pueden ser tocados por el teatro de títeres, y son óptimos para representar las realidades actuales. Los títeres pueden rebasar al teatro de actores porque hay cosas que el actor no puede hacer pero el muñeco sí, como perder la cabeza y seguir viviendo, o representan entidades abstractas. Un calcetín con algunos adornos o un pedazo de madera, una sombra, puede ser un títere, no debe ser necesariamente bonito, lo bello está en la vida que se le da al títere, lo que representa. El títere puede ser transmisor de leyendas, (de) cuentos, de mensaje educativos, de mensajes que lleven a la gente a buscar mejores niveles de vida”, explica.
De acuerdo con el maestro Fernández, hay títeres diversos: de muñeco de funda o guante, conocido como guiñol; el de varillas o javanés; la marioneta o de hilos, el muñeco mixto o mopet y la combinación de todos con medios tecnológicos, (lo) que es el animatronic, “pero la esencia es querer darle vida a algo, el mensaje es importante”, dijo.
Héctor Fernández afirmó que del maestro Alfonso Morales está aprendiendo cómo resolver problemas técnicos que se presentan durante la elaboración de un títere. Y también la sencillez, la originalidad, el amor al prójimo que ellos tienen al elaborar su trabajo.
“Las técnicas que emplea el maestro Morales son muy efectivas. Hay una gran originalidad en su trabajo y en el de su familia que debe ser reconocida. Me uno a ese reconocimiento de muchos”, concluyó.
Fotos: tomadas de los muros de Alfonso Morales Vázquez y de Héctor Fernández Martínez