La titular de la fiscalía especializada, Adriana Pineda Fernández, detalló que existe un listado de cien números telefónicos identificados, desde los cuales los criminales realizaron llamadas para amenazar y extorsionar a sus víctimas en Morelos.
Estimó que el 80 por ciento de las llamadas salieron de teléfonos celulares rastreados en la cárcel de Santa Martha Acatitla en el Distrito Federal y el resto del centro de reinserción social de Altamira, en el estado Tamaulipas y de otras partes del país, razón por la cual se estableció una coordinación estrecha con autoridades penitenciarias de varias entidades.
“Tenemos ahorita un esquema de coordinación con ellos para que el problema se atienda de manera integral porque no sólo Morelos ha sido afectado con llamadas de este penal (Santa Martha Acatitla) sino ha sido Guanajuato, Querétaro, Jalisco, Zacatecas”, explicó.
Pidió a la población estar alerta, recurrir a las autoridades y no dejarse doblegar por los delincuentes, que cada día perfeccionan sus técnicas de intimidación y terror psicológico para lograr su objetivo.
“Lo que ellos están perfeccionando es la técnica de intimidación, es decir, (dicen) ‘sal de tu casa, levanta el brazo derecho para que yo identifique que todo está bien y camina’. Entonces hacen que la víctima haga cosas pero al amparo de la intimidación, y eso es lo que van cambiando y la gente le da cierta veracidad”, dijo.
Señaló que los criminales frecuentemente recurren a la guía telefónica para elegir a sus víctimas, porque, además del número, son públicos los domicilios y esa información es un elemento para aterrar a las víctimas haciéndoles creer que las tienen ubicadas y vigiladas.
También las cuentas de Facebook o los mensajes en redes sociales sobre desaparición de personas hacen a la población vulnerable a los extorsionadores, al exponer números telefónicos personales o estilos de vida.
“La otra cosa es que somos muy vulnerables, no nos prevenimos en la comisión de delito, publicamos nuestros vehículos, nuestras joyas, nuestros viajes, todo en el Facebook y no se trata sólo de tener una cultura de no hacer, sino de hacer con precaución, de no divulgar qué tengo, si me acabo de comprar un coche, si tengo o acabo de vender algo, por eso por supuesto que nos coloca en un momento de dificultad.
“También cuando hay personas que son desaparecidas, en lugar de ir con la autoridad, cuando se trata máxime de menores de edad en que se teme o implica un riesgo a su integridad, se publican en redes sociales teléfonos particulares y no de las autoridades, y esto hace que sean altamente vulnerables a llamadas telefónicas de extorsión”, recalcó.
De acuerdo con el Sistema Nacional de Seguridad Pública, 357 personas fueron víctimas del delito de extorsión en Morelos en el 2014, lo que significó 30 casos por mes y uno por día. De enero a mayo 2015, se registraron 78 casos, reduciéndose la incidencia a 15 denuncias por mes.