Joaquín se llama, es de Jojutla y tiene 61 años. Trabaja ahí desde hace cinco años, como ayudante o vieneviene; no tiene sueldo ni prestaciones pero debe portar un uniforme que consta de camisa blanca y pantalón oscuro; y una especie de chaleco anaranjado fluorescente.
–No sé quién comenzó a poner las cajas de cartón sobre los coches, fue mucho antes que yo llegara, pero sí ayudan mucho. Con quince minutos que el carro esté se calienta muchísimo, pueda quemar las piernas y las manos; pero ponemos los cartones y disminuye mucho la calor. Algunos nos dan uno, dos, tres pesos, algunos no dan nada y hasta se enojan porque les pone uno el cartón…
Joaquín llega desde las 9:00 horas y sale a las 18:00, a veces gana ochenta pesos o cien pesos pero es insuficiente porque tiene que comprar comida y medicinas. Antes era albañil, pero tuvo un accidente y ya no puede cargar casi nada.
–No ajusta. Tengo que traer comida hecha de mi casa y también agua porque aquí no puedo uno comprar ni una botella de agua, son caras y no da para eso; apenas para medio comer. Pero qué se la va a hacer, entonces, ahí la lleva uno de a peso en peso… y trabajitos pequeños por ai.
En este instante son las 14:10 horas en el estacionamiento de la plaza de la Bodega Comercial Mexicana, localizada en la carretera Morelos Alpuyeca-Tepalcingo, en la entrada a Jojutla. El termómetro marca 38 grados Celsius, hace calor, pero no tanto. De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua del 31 de marzo y 1 de abril de 2013 se registró en este municipio una temperatura máxima histórica de 42˚C, cuatro grados menos que la que se hubo en Amacuzac en junio de 1981.
Hay pocos carros para ser sábado en el enorme estacionamiento, pero la mayoría tiene sobre el parabrisas una caja de cartón. La imagen es la de algún pueblo de la costa del sureste donde los pescadores sacan las vísceras a los pescados, los lavan, les ponen sal de grano y los abren para que se sequen y la carne se conserve.
Un viajero cualquiera despistado que llegara a esta parte sur de Morelos y sintiera este calor esperaría que, a uno o dos kilómetros, la naturaleza sabia compensara con el océano o con un pedazo de mar o estero, pero lo que hay son cañaverales que arrojan algo de viento, y cuando cortan la dulcísima vara sólo queda este vapor que en tiempo de secas se vuelve una niebla caliente.
–Hoy no hace tanto calor porque ayer como que quiso llover, pero hay días que el sol está muy bravo y nos pega duro. No dan ganas de salir, ai está uno debajo de los arbolitos como zopilote, esperando que alguien entre a su carro para ayudarle, pero como son vacaciones no hay mucha gente. Ahora todo está muerto, pero cuando entren los chamacos a la escuela esto se compone; los chamacos son la vida, ellos mueve todo, aunque haiga este gran calorón.
Joaquín cuenta las frases que va a decir, quizá por el cansancio o por el calor o la pobreza, y es muy parecido al personaje al que hace hablar Juan Rulfo en el cuento “Nos han dado la tierra”, del libro El llano en llamas: “No decimos lo que pensamos. Hace ya tiempo que se nos acabaron las ganas de hablar. Se nos acabaron con el calor. Uno platicaría muy a gusto en otra parte, pero aquí cuesta trabajo. Uno platica aquí y las palabras se calientan en la boca con el calor de afuera, y se le resecan a uno en la lengua hasta que acaban con el resuello. Aquí así son las cosas. Por eso a nadie le da por platicar.”
Hace algunos días el secretario ejecutivo de la Comisión Estatal del Agua, Juan Carlos Valencia Vargas, dijo que los meses de abril, mayo y junio serán los más calurosos del año, ya que se prevé que el termómetro supere los 40˚C en algunos municipios del estado, sobre todo en la zona sur y llamó a la población a tomar previsiones para evitar golpes de calor, quemaduras en la piel e infecciones gastrointestinales. Pidió no exponerse al sol entre las 11:00 y 16:00 horas, ya que es el tiempo en que la radiación solar llega con mayor intensidad; tomar agua hervida o clorada, comer alimentos cocidos o fritos, usar bloqueador solar, así como gorras, sombreros y ropa de colores claros.
Joaquín sale de su refugio. Un hombre con su familia ha salido del cine y se dirige al estacionamiento donde está su camioneta.