Con enfrentamiento entre granaderos y comerciantes ambulantes y establecidos, el gobierno del estado inició los trabajos de remodelación del Centro Histórico, en la calle Guerrero y el puente Porfirio Díaz.
A pesar de que no había fecha para el arranque de las obras en la calle Guerrero y el puente Porfirio Díaz, en este último programado el cierre para este domingo, las máquinas llegaron muy temprano ayer y comenzaron a romper el asfalto con el resguardo de alrededor de 150 policías granaderos, razón por la que los comerciantes bloquearon la calle Degollado, lo que colapsó el tráfico vehicular.
Los policías aprovecharon que los inconformes bloquearon la avenida para colocar un cerco alrededor de la máquina para que siguiera excavando, toda vez que unos comerciantes minutos antes se colocaron de frente para impedir que avanzara.
Sin embargo, alrededor de las 13:00 horas inició un enfrentamiento que duró más de cuatro horas entre los comerciantes y policías del Mando Único, quienes lanzaron gases lacrimógenos, mientras que los comerciantes aventaron piedras, situación por la que hubo comerciantes lesionados. El periodista Pedro Oseguera fue golpeado por un policía en el estómago, así como vecinos del primer cuadro resultaron intoxicados por inhalar el gas lacrimógeno.
El secretario general de la Coalición de Líderes de Comerciantes, Mario Lara López, minutos antes del enfrentamiento, dijo que no se oponen a la remodelación del centro histórico, pero señaló que el gobierno del estado no los tomó en cuenta en las mesas de diálogo y no les avisó del arranque de la obra y esto lo tomaron como una imposición porque no hay consenso.
“Lo cual no vamos a permitir y si es necesario mañana vamos a tirar jardineras, bancas, lo vamos hacer. No vamos a permitir que la calle sea peatonal porque se va a invadir de más ambulantes”, señaló.
“No nos oponemos al desarrollo, pero no de esa manera, de imposición. Si hubiera habido un diálogo, hubiéramos hablado con la gente, pero lo que hacen es una imposición y vamos a bloquear hasta la autopista en dado caso”, recalcó.
En tanto, Dagoberto Rivera Jaimes, presidente de la Federación Auténtica del Transporte, indicó que tampoco a su sector se le informó del inicio de la obra, ni les señalaron vías alternas para transitar.
“Todo fue improvisado. El gobierno rompió el diálogo, había confianza en ellos porque dijo que se instalarían mesas de trabajo y todo fue superficial. No conocemos el proyecto, ni sabíamos cuándo iniciaban ni que vías alternas vamos a tomar. Las pérdidas económicas las cuantificaremos en la semana”, manifestó.
Según fuentes oficiales, durante la trifulca hubo 17 detenidos y unos 50 lesionados, mientras la congestión vehicular afectó a gran parte de la ciudad por el cierre de diferentes calles y avenidas no sólo del primer cuadro de Cuernavaca, sino de otras zonas como la avenida Poder Legislativo (a la altura de Plaza Cuernavaca) y el Vergel, a manos de transportistas.