–“Somos estudiantes. No venimos a desfilar; venimos a protestar y a exigir la presentación con vida de los 43 compañeros normalistas”, dijo una chica que en adelante dirigiría la marcha. El subsecretario se retiró.
Cuando algunos representantes de los medios de comunicación se acercaron, los chicos dijeron que no darían entrevistas, que eran estudiantes y que no desfilaban por motivo del 20 de noviembre sino que era una protesta para exigir al gobierno que presentara con vida los estudiantes de Ayotzinapa, Guerrero.
Antes de iniciar la marcha, de nuevo el subsecretario se presentó para decirles que se adelantaran porque un grupo de policías iría primero y en seguida ellos.
–“¡Quieren que nos adelantemos para que atrás de nosotros vayan policías!”, dijo la chica a gritos.
– “¡No, ni madres; primero que se adelanten ellos, nosotros vamos al último!”, respondieron. Ricardo Robledo se retiró.
Los muchachos se apretaban unos con otros haciendo un bloque muy cerrado: portaban pancartas y algunos tenían una cruz de cinta en la boca.
– “No vayan a comenzar con sus desmadres, el que comience se va. No queremos pintar, ni hacer destrozos, no venimos a eso, venimos a protestar, somos educados, somos estudiantes”.
Los policías se agruparon y comenzaron la marcha; detrás, los chicos de negro gritaban sus consignas: “¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!”.
Juntos, muy juntos los estudiantes fueron avanzando hasta la esquina del Palacio de Gobierno: no paraban de gritar. La idea era que el gobernador Graco Ramírez los observara, pero el mandatario estatal ya no estaba en el balcón; no se sabe si los oyó, pero la gente que se amontonaba en las calles para ver el desfile cívico deportivo por el CIV aniversario de la Revolución Mexicana sí los escuchó.