“Quienes hicieron el modelo universitario están tomando una serie de antecedentes que orientan cumplir con lo que la Secretaría de Educación Pública está marcando, básicamente son puntos que ya llevan mucho tiempo y tienen que ver con evaluar a las universidades y dar presupuestos en términos puramente cuantitativos, cantidad de matriculados, de egresados, examinar el punto de educación en términos de costos unitarios sobre cuanto cuesta cada alumno”, dijo el catedrático.

Además, agregó, se mantiene en los mismos términos cuantitativos la resolución de la mayoría de los problemas que existen en la universidad, “en términos exclusivamente individualistas como lo sostiene y desarrolla el neoliberalismo”.

Lamentó que desde la SEP indebidamente se sigan directrices de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para que la educación se convierta en una forma de hacer alumnos con competencias, el problema está en que esas competencias reducen la posibilidades y el alcance de la educación, “transforman la educación en una especie de instrucción”, se buscan individuos capacitados y no formados para un cierto tipo de trabajo que no es precisamente el adecuado a la profesión, sino más bien un trabajo de técnicos universitarios.

José Manuel Gutiérrez, aseveró que tanto el consejo universitario como el consejo técnico de las facultades están faltando a sus responsabilidades como representantes de la comunidad universitaria y se aventuraron aprobar un estatuto y un modelo universitario sin hacer una amplia consulta entre los profesores de la UAEM.

“El Consejo Universitario repite los mismos esquemas de otras instituciones, el de dejar al margen la experiencia que los profesores han acumulado durante años, la posibilidad de construir sobre esa experiencia un modelo con el cual se comprometan los profesores. La respuesta no ha venido de los maestros sino de los alumnos, quienes han tenido el olfato más desarrollado para descubrir que el efecto detrás de este aparente nuevo modelo está el encadenarnos a una serie de directrices que, según documentos, vienen directamente del Banco Mundial”.

Consideró que el nuevo modelo propuesto para la UAEM contraviene el “ser universitario”, porque es un modelo cuya orientación viene de la Secretaría de Hacienda basado en un modelo de evaluación de las instituciones de educación superior y de esa manera a las universidades se les darán presupuestos en función de los indicadores cuantitativos.

“Los rectores piensan que es inevitable este esquema, pero no lo es, siempre y cuando se apele a lo mejor que tienen las universidades, sus profesores y alumnos, para detener esto que en otros países lo están echando abajo”.

“Hay poca creatividad de nuestras autoridades universitarias y del gobierno federal, que generan un esquema para que los universitarios se conviertan en sujetos sin capacidad para crear o construir, sino como repetidores de habilidades, que todavía estaría por verse si son las idóneas para incorporarse a su medio social y sólo responden a la productividad y no al uso de la razón”, concluyó.