“Es un costo que tenemos que asumirlo y considerarlo como pérdida, dado que el precio de los productos en carta no puedes modificarlos, aunque también nos suben los insumos mensualmente”, consideró Manuel Bárcenas Jiménez, ex presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac)
El empresario del ramo dijo: “Hay que entender que los industriales asumen los incrementos en el tema de los energéticos, el precio del maíz, por lo que se requiere de un reajuste en los precios. Nosotros hacemos un balance y casi durante todo el año absorbemos el incremento en el costo de insumos, pero a finales de año es cuando obligadamente la situación ya no nos permite mantenernos y es cuando tenemos que hacer el incremento a nuestros menús”.
Señaló que para este año “estaremos aumentando entre un 5 y 8% los precios de nuestra oferta en los menús”.
Por su parte, Fernando Bahena Rivera, encargado de un restaurante, manifestó que sí afectaría de manera considerable el incremento al kilo de la masa y la tortilla.
“Ya que es un producto de primera necesidad que se utiliza para elaborar y acompañar la gran mayoría de los platillos y tampoco se pueden sacrificar las porciones. Por ejemplo, los chilaquiles tienen que servirse igual y manejar el mismo precio, entonces lo que pediríamos, es que en todo caso no aumenten de manera indiscriminada el precio porque eso a la larga sí causaría una merma para el negocio”.
Bahena Rivera dijo que de primera instancia no aumentaría el precio de los platillos que se ofertan en las cartas, “pero hay que señalar que también para los que se dedican a este negocio, les suben el precio de la carne y el pollo, el gas y la gasolina. Entonces, tal vez en algún momento se tendría que pensar en incrementar el precio”, aunque no de inmediato, finalizó.