“Podríamos disminuir el porcentaje de demandas que nos llegan, entre un 70 u 80 por ciento (de ese gran total del 40 por ciento), si empezamos a firmar contratos individuales y llevamos un control de la nómina, y si somos más ordenados en ese sentido y damos las prestaciones sociales que marca la ley”, advirtió el empresario, ya que lo contrario ha servido para que abogados se aprovechen de las circunstancias y vuelvan de esto un negocio que ha perjudicado mucho a la iniciativa privada del estado.
Otra parte fundamental para ir erradicando este índice de demandas contra los constructores, es que se legisle lo más pronto posible, para que “la declaración en falso de testigos o trabajadores, sea un delito grave y quienes se dedican a esto como un negocio, piensen dos veces antes de emprender una demanda laboral”, porque “tenemos detectados trabajadores y abogados que se dedican a esto, pero no hay una forma legal para comprobar que están incurriendo en actos ilegales”, incluso manifestó que hay trabajadores que no lo son, pero que se dedican a demandar al sector, siendo cómplices de abogados y recordó que sobre todo en Cuautla, “por eso se cerró la junta, porque había contubernio entre autoridades de la junta de conciliación con los abogados”.
Ramírez Brugada aceptó que es necesario cambiar la cultura laboral del patrón y del trabajador, para mejorar las relaciones de trabajo.
Por su parte, Manuel Bárcenas Jiménez, presidente de la Industria restaurantera (Canirac), manifestó que luego de los constructores, el otro ramo que le sigue de demandas son los restaurantes, seguidos del sector comercio.