Desde la mañana de este 28 de marzo, integrantes de organizaciones sociales, del Movimiento por la Justicia por la Paz y la Dignidad, así como familiares víctimas de la violencia, se congregaron en el acceso a esta ciudad en la glorieta Paloma de la Paz, en cuya escultura colocaron un moño negro en señal de luto y pintaron de rojo el agua de la fuente que se encuentra en el lugar.

Ahí el escritor acusó: “no he hallado justicia plena para mi hijo”, aseveró al sostener que los responsables del homicidio no han sido sentenciados. A un año del hecho que detonó el movimiento por la justicia y la paz, con expresiones y acciones en todo el país, además de la instalación de mesas de diálogo, y que trascendió a nivel internacional, Javier Sicilia consideró que la situación de la violencia en el país prácticamente ha empeorado.

Dijo que uno de los logros de este movimiento, es que se despertaron conciencias ciudadanas, se ha hecho visible el dolor de las víctimas y se ha desnudado este problema que está a los ojos de todos, pero que no había sido reconocido por quienes están en las posiciones de toma de decisión. Enfatizó que no es el movimiento ni Javier Sicilia quienes obligaron al gobierno a sentarse a dialogar, sino que ha sido la movilización de quienes han sido agraviados, quienes están hartos de la violencia. Por ello convocó a no claudicar, a continuar con las movilizaciones y los reclamos, “a no olvidar a quienes nos han sido arrebatados”.

En este aspecto, llamó a la población a que el primero de julio vayan a las urnas, pero a votar en blanco, en señal de protesta y porque aseveró que no hay opción clara entre los candidatos de los partidos para terminar con esta situación. Aseveró de nueva cuenta, que estas serán las elecciones de la “ignominia”, puesto que no hay en realidad una representación de la ciudadanía, de la sociedad.

Entre los asistentes destacó la presencia del activista Julián Lebaron, quien expresó que estuvo ahí en solidaridad con las víctimas, aunque desde hace tiempo anunció su salida del movimiento, por no concordar con las formas de lucha.

Tras la concentración en la glorieta de la Paloma de la Paz, partió una caravana de tres autobuses y vehículos particulares hasta el Fraccionamiento Las Brisas en el municipio de Temixco, donde hace un año fueron encontrados en un vehículo, los cuerpos de siete personas, entre ellos el de Juan Francisco Sicilia. Ahí se guardó un minuto de silencio, se colocó una ofrenda floral y pintaron una gran cruz en la calle.

“Ya párenle, ya párenle de tanto muerto” expresó Sicilia al abrazar a María González, madre de un joven que desapareció en un retén en Tamaulipas desde marzo del año pasado y quien con lágrimas dijo sumarse a este movimiento, porque como muchas familias “estamos muertos en vida, nos arrancaron un pedazo”.

Ante la ofrenda que permanece a las puertas del Palacio de Gobierno desde hace un año, ya por la tarde, hubo otra concentración, en la que testimonios estremecedores de víctimas se mezclaron con cantos, poemas y veladoras; todo con la misma exigencia: ¡ya basta, no más sangre, no más violencia!