El connotado jurista y ex presidente de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos explicó los alcances del documento denominado “Elementos para la construcción de una política de estado para la seguridad y justicia en democracia”, elaborado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que contiene 36 propuestas para resolver los grandes problemas del país en ese rubro.
Dicho documento es el resultado de la aportación de especialistas en el tema y ha sido entregado a diversas instituciones como son el Senado de la República, los diputados de los tres principales partidos, los ministros de la Suprema Cortes, la Conferencia Nacional de Gobernadores y la Asociación de Presidentes Municipales, entre otros.
La Universidad de Morelos es la primera del interior de la República donde se presenta la propuesta, indicó el ponente ante un centenar de estudiantes de Derecho. “Que deseable sería que las universidades públicas y privadas, que los jóvenes de todas las instituciones de educación superior interesados en el tema lo conocieran a detalle y sumaran a la corriente para suscribir un gran proyecto, no de la UNAM, sino de todas las universidades”, comentó.
Explicó que el documento inicia con un diagnóstico basado en cifras oficiales, como es que entre 1997 y el 2010 el promedio diario de delitos del fuero común en el país pasó de 200 a más de 350, sin contar los que no son denunciados. El nivel de impunidad se demuestra al tomar en cuenta que de cada 100 delitos denunciados sólo en cinco casos los presuntos responsables son objeto de proceso, aunque no necesariamente termine con cárcel.
Por cuanto al delito de homicidio doloso pasamos de tres mil en el año 2007, a 15 mil que se registraron en el 2010. La verdad es que no sabemos cuál es la cifra auténtica de víctimas del crimen organizado, no sabemos quiénes son ni porqué fueron asesinados. En esa cifra hay policías, miltares, amas de casa, niños inocentes que iban pasando; el conjunto de todos ellos nos arrojan cifras parecidas a las que se dan en guerras internacionales”, acotó.
García Ramírez dijo que lo más grave no es el número de muertos, sino las circunstancias en que se dan estos homicidios en casi todos los estados del país, incluyendo Morelos.
Por otro lado, explicó que a la par con el narcotráfico se dan otros delitos como la trata de personas y el secuestro. Es decir, “las organizaciones criminales se están diversificando, ahora los traficantes de drogas se involucran en trata de personas, y eso nos comienza a preocupar gravemente”, acotó.
Otro grave problema es la sobrepoblación en las cárceles mexicanas, y que el 40 por ciento de los internos son presuntos inocentes que están en espera de que se resuelva su situación legal.
Contrario a lo que pudiera suponerse, los recursos financieros destinados por el gobierno para el rubro de la seguridad pública se han elevado en un 350 por ciento entre 1998 y el 2011. “Es decir, pagamos cada vez más por algo que no se está recibiendo o se está recibiendo cada vez menos”. En esa misma proporción se han elevado delitos como el secuestro y la extorsión.
Entre las propuestas que están haciendo los académicos de la UNAM encabezados por su rector José Narro Robles, es que se aplique todo el peso de la ley pero respetando los derechos humanos, “y salimos al paso de la falacia de que hay incompatibilidad entre derechos humanos y combate a la delincuencia”, aclaró.
También resaltó la importancia de la transparencia en el manejo de la seguridad pública. “El tema de la seguridad ancestralmente ha transitado en regiones oscuras del quehacer público, así que ahora proponemos una clara rendición de cuentas constante y una absoluta transparencia para que se pueda valorar y calificar en forma permanente”, dijo.
Hizo énfasis en el riesgo que corre la juventud mexicana ante la falta de oportunidades para estudiar o trabajar, y en contraparte la constante atracción hacia actividades ilícitas. “No resisto invocar esa palabra de moda: “Ninis”, como le dicen a los jóvenes que ni estudian ni trabajan, pero habría que decir que frente a los “ninis” tenemos un sistema “nini” que ni resuelve los problemas ni da esperanzas, y para resolver lo primero tenemos que resolver lo segundo”, comentó.
Dejó en claro que esta propuesta no tiene nada que ver con la cercanía de los procesos electorales, pues más que en víspera de elecciones estamos en víspera del agravamiento de los problemas antes mencionados, “y esto ya no aguanta, esto ya no puede esperar”, sentenció.