En cumplimiento de la reforma constitucional federal que entró en vigor el 18 de junio de 2008 (que estableció en el artículo 16 párrafo quinto la obligación por parte de las autoridades de elaborar un registro inmediato de las detenciones que realice o reciba formalmente el Ministerio Público en cumplimiento de su función institucional de persecución del delito) y de los acuerdos del Consejo Nacional de Seguridad Pública realizado el pasado 24 de junio, la Procuraduría General de Justicia de Morelos emitió el decreto por el que se dio a conocer los Lineamientos Aplicables al Informe Policial Homologado para las Instituciones Policiales del Estado de Morelos.
Este decreto, publicado en el Periódico Oficial “Tierra y Libertad” el pasado 29 de junio, detalla que el personal de la Policía estatal, municipal y Ministerial está obligado a cumplir y requisitar el Informe Policial Homologado (IPH) para que la información sea remitida al Sistema Nacional conocido como Plataforma México.
En el Informe Policial Homologado (IPH), los elementos policíacos deberán describir los hechos “con continuidad, cronológicamente y resaltando lo importante; no se incluirán afirmaciones sin el soporte de datos o hechos reales, por lo que existe la obligación de evitar información de oídas, conjeturas o conclusiones ajenas a la investigación”.
El IPH deberá contener, sin excepción, los siguientes datos: los motivos de la detención; descripción de la persona; nombre del detenido y apodo, en su caso; descripción de estado físico aparente; objetos que le fueron encontrados; autoridad a la que fue puesto a disposición; lugar en el que fue puesto a disposición; la certificación médica del detenido; la descripción de los objetos e instrumentos encontrados en el lugar del hallazgo o escena del crimen. Además, deberá identificarse quién emite y quién recibe el informe.
Con este tipo de registros, se pretende no sólo reportar a detalle cada una de las detenciones y aseguramiento de objetos ligados a un delito, sino que no se vuelva a repetir casos como el de Jethro Ramsés Sánchez Santana, en cuya detención el 1 de mayo pasado se omitieron todo tipo de protocolos y registro de los hechos, y hasta el momento nada se sabe de su paradero, sólo que los últimos en tenerlo bajo custodia fueron elementos militares liderados por una persona que se identificó sólo como “Teniente Guerra”, quien se habría llevado a Jethro –junto con otro joven que finalmente fue liberado- vendado del rostro y atado con cinta canela a bordo de unidades castrenses.