Aunque el incremento fue de 1.50 pesos, lo cual significó poco más del diez por ciento y al parecer no es mucho, “la gente ve disminuida su capacidad de compra, porque además siguen subiendo el gas y la gasolina mensualmente y los salarios no aumentan. Entonces (el consumidor), prefiere tomar un artículo alternativo más barato”, consideró Manuel Vidal Aranda, presidente del Consejo de Industriales de la Masa y la Tortilla en Morelos (CIMyT).
Este 20 por ciento de ventas a la baja ¿no se compensa con que hubieran mantenido el precio del kilo?, se le preguntó al industrial que respondió que no “porque el incremento a la tonelada de maíz fue de alrededor de 40 por ciento, y nos pegaba mucho en nuestra economía”; y aunque “no hubiéramos querido, la necesidad nos hizo tener que aumentarlo”. Sin embargo, no está descartada la posibilidad de poder bajar el precio si es que “en diciembre hay una buena cosecha y tenemos maíz suficiente, con un precio menor. Podríamos analizar bajar el precio, no a 13.5 como se tenía, pero sí a 14 o 14.5” sugirió el industrial. Aunque en realidad ¿no cree difícil que esto pueda darse si cada mes sube el precio de gas y gasolina?, se le volvió a preguntar, y respondió que “habrá que analizarse porque todo lo que pudiera ser en retroceso sería en bien de la comunidad. Tendríamos que hacer el ajuste acorde al precio del maíz”, finalizó.