Dejaron de dar servicio a farmacias y supermercados.
Kevin Guzmán, quien trabaja como repartidor de comida por medio de la plataforma de Uber Eats, señaló que con el retroceso en el color del semáforo sanitario del covid-19, los pedidos disminuyeron porque cerraron varias plazas, además, porque la aplicación eliminó servicios a farmacias, supermercados y tiendas de autoservicio.
El entrevistado se registró como repartidor de comida en la aplicación de Uber Eats luego de que sufrió un accidente que le quitó movilidad en su brazo derecho en su anterior empleo, donde hacía trabajos de descarga de maíz.
En cuanto a su labor, refirió que hay días buenos en los que obtiene hasta 700 pesos de ingresos económicos, pero hay otros en los que con mucho esfuerzo reúne entre 150 y 200 pesos, de los cuales debe descontar un porcentaje semanal para la gasolina de su motocicleta.
“En los últimos días bajó el servicio con el cambio de color en el semáforo, porque cerraron algunas plazas y también porque las aplicaciones dejaron de dar servicio a farmacias, supermercados y a tiendas de autoservicio; antes eso nos ayudaba bastante, pero ahorita los pedidos bajaron un poco y al día por mucho hago unos cuatro viajes cuando antes tenía hasta 25 servicios”.
A decir de Kevin, los repartidores están expuestos a ser víctimas de la inseguridad, por los lugares a los que deben de ir, lo que ha hecho que varios de sus compañeros sufran asaltos en colonias peligrosas, como la Antonio Barona en Cuernavaca y algunas de Jiutepec.
Al respecto, dijo que hace unos meses cuando se dirigía a entregar un pedido a la Antonio Barona, varios sujetos intentaron quitarle las llaves de su motocicleta, pero no pudieron porque varias personas lo auxiliaron, así es que los delincuentes solo lo tiraron al piso y luego corrieron.
“A mis compañeros les quitan las motos afuera de sucursales como Walmart o en estacionamientos; incluso, se arriesgan a que los atropellen, como pasó con una chica, que la atropelló una persona en estado de ebriedad".