A pesar de que el uso del cubrebocas ya es obligatorio, como una medida de prevención contra el covid-19, Víctor Flores asegura que todavía hay personas que se niegan a usarlo porque consideran que el virus es un invento del gobierno.
Víctor Flores trabaja como chofer de taxi y dice que durante su jornada laboral les pide a los clientes ponerse el cubrebocas antes de subir a la unidad; algunos hacen caso, pero otros responden con groserías y se resisten a usar esta medida de prevención.
“Mucha gente no quiere utilizar el cubrebocas. Nosotros les decimos que es obligatorio, pero lo ignoran. En mi caso, por miedo de algún contagio en el transporte, les digo que es obligatorio, además, porque las multas son caras”.
El entrevistado asegura que a pesar de que todos los días insiste en el uso del tapabocas, hay gente “ignorante” que no se lo pone, porque dicen que el virus no existe y afirman que el gobierno está equivocado en imponer el uso obligatorio.
De su labor, platica que el servicio es escaso, porque hay competencia entre compañeros y conductores que ofrecen el servicio de transporte privado por medio de aplicaciones de teléfono, sin embargo, se mantiene frente al volante porque es padre soltero de una pequeña de siete años que necesita dinero para su educación.
Refiere que aunque sus ingresos diarios son pocos, debe administrar el dinero para que alcance para comprar gasolina y alguna refacción por si el vehículo se descompone. Asimismo, para la adquisición de insumos como gel antibacterial y desinfectantes para el automóvil.
Por la crisis económica dice que se vio en la necesidad de solicitar un préstamo para solventar gastos en el hogar, como el pago de servicios y comprar lo necesario para la alimentación de su familia.
“Soy padre soltero y necesito dinero para la educación de mi hija. Tengo que hacer aportaciones de alimentación, calzado y vestimenta. Tuve que comprar un equipo para que ella pueda tomar sus clases en línea. Sabemos que la situación está difícil, pero hay que seguir adelante”.