Estudia y trabaja para ayudar con los gastos a sus papás.
A raíz de la contingencia sanitaria por el covid-19 y la suspensión de clases presenciales, Milton Eduardo Salgado empezó a trabajar como repartidor de comida a través de la aplicación de teléfono de Uber Eats, para ayudar con los gastos económicos a sus papás.
Agradece que cuenta con el apoyo económico de sus padres para terminar su carrera universitaria en Dirección y Administración de Empresas. Sin embargo, empezó a trabajar porque en un futuro le gustaría tener su propia empresa.
Actualmente, trabaja de ocho de la mañana a dos de la tarde y después toma clases en línea en una universidad privada.
Refiere que sus ingresos son de hasta mil 500 pesos semanales porque hay fines de semana en los que realiza hasta doce servicios, pero en otros días con mucho esfuerzo lleva entre dos y cinco pedidos de alimentos.
Del dinero que obtiene cada semana entrega un porcentaje a sus papás para comprar lo necesario para la alimentación y pagar diferentes servicios, lo demás lo utiliza para pagar el internet de su teléfono, la gasolina de su motocicleta y gastos personales.
“Hace tiempo un amigo me invitó a registrarme en la aplicación de Uber, pero no lo hice porque me di cuenta que no daban prestaciones ni seguro social y cuando empezó la contingencia vi que había mucha demanda y yo tenía mucho tiempo libre, y entonces empecé a trabajar”.
Dice que al principio su mamá le externaba su preocupación por los índices de inseguridad y de manera constante le llamaba por teléfono para saber en qué lugares se encontraba. Por eso evita entrar en colonias donde le dicen sus compañeros que son peligrosas como la Barona y la Lagunilla en Cuernavaca.
“Ahorita a mi mamá ya le da alegría porque ve que mi trabajo es en serio y apoyo con los gastos en la casa. Mi papá siempre me da su apoyo y ninguno me exige que trabaje, lo hago por gusto".