Desde hace tres años, Alejandro Gallegos trabajaba como operador de un autobús en una universidad particular, pero cuando llegó la pandemia del covid-19 fue despedido porque con la contingencia sanitaria se suspendieron las clases presenciales.
Al quedarse sin su única fuente de ingresos decidió registrarse en las plataformas de Rappi y Didi Food, empresas privadas que ofrecen servicio de comida a domicilio por medio de una aplicación de teléfono, para generar ingresos económicos que le permitan comprar lo necesario para la alimentación de su familia y pagar servicios básicos en su casa.
Cuenta que como repartidor de comida hay días en los que le va bien, pero a veces el servicio es escaso, como ayer, que hasta la una de la tarde apenas había realizado dos viajes.
El entrevistado refiere que por la emergencia sanitaria trabaja de 9 de la mañana a 5 de la tarde, porque después debe recoger a su esposa en su trabajo y luego recoger a su hijo en casa de un familiar.
“Por la situación económica, y para ahorrar dinero en los pasajes, voy por mi esposa y por mi hijo, los llevo en la moto hasta la casa; ella también trabaja, pero el dinero no alcanza”.
De su trabajo dice que además de la crisis económica que ha dejado la pandemia del covid-19, también les afecta la inseguridad, y aunque él no ha sido víctima de la violencia, sus compañeros le dijeron que los lugares más inseguros son las colonias Lagunilla y Antonio Barona de Cuernavaca, la Azteca en Temixco y otras del municipio de Emiliano Zapata.
“Me da miedo entrar a colonias donde dicen que hay mucha delincuencia, porque he visto que a los compañeros los asaltan, les quitan el teléfono y algunas veces se llevan la moto. Yo trato de evitar entrar a esos lugares, pero no siempre se puede porque la aplicación nos va llevando y luego no hay otros caminos y tenemos que entrar”.
Por lo anterior dice que prefiere entregar pedido en las inmediaciones del centro de Cuernavaca, porque la empresa de Rappi y Didi Food no se hacen responsables de la inseguridad que pueden sufrir los repartidores.
Por el momento se mantendrá como repartidor de comida, pero busca un empleo estable donde tenga prestaciones y seguro social.