Realizaba hasta 50 al día
Con la suspensión de clases presenciales por la pandemia del covid-19 sus servicios como chofer de taxi disminuyeron más del 50 por ciento.
Gregorio Longardo Rojas, quien trabaja como chofer de taxi desde hace 25 años, cuenta que antes de la contingencia sanitaria realizaba hasta 50 viajes al día porque la mayoría de sus clientes son padres de familia que solicitaban el servicio para mandar a sus hijos a la escuela.
Dice que hoy con mucho esfuerzo logra realizar máximo 20 servicios porque al suspender clases solo le queda recorrer las calles de la ciudad buscando pasajeros, pero encuentra pocos.
“Para mí el mayor movimiento es en las escuelas porque mis clientes son de muchos años y me confían a sus hijos para llevarlos o ir por ellos, pero ahorita que no hay clases me está afectando mucho porque no hay trabajo, sin embargo, tengo que salir todos los días porque en la casa somos cinco y tenemos que comer”.
El entrevistado afirma que todos los días debe reunir al menos 500 pesos para entregar 200 pesos de cuenta, 150 de combustible y llevarse unos 150 pesos para comprar víveres para su familia.
Admite que por su trabajo está expuesto a un contagio de covid-19 por eso todos los días usa el cubrebocas y gel antibacterial. Además, pide a la población atender las recomendaciones sanitarias para evitar la propagación del virus y así poder regresar a las actividades normales.
De su trabajo como taxista señala que ha sido víctima de tres asaltos, por lo que ahora antes de salir de su domicilio hace una oración.