Hugo ahora debe recorrer las calles para vender sus productos.
El cierre de las escuelas en Cuernavaca debido a la contingencia sanitaria afectó la venta de botanas y perjudicó a personas como Hugo Juárez Domínguez, quien gran parte de su vida se ha dedicado a este negocio.
El comerciante señaló que durante esta pandemia ha sido mas difícil vender su producto, debido a que sus principales clientes eran los estudiantes: “yo vendía mis papas afuera de la secundaria Número Uno y como ya no van tengo que salir a las calles a vender mi producto. La verdad me cuesta más trabajo por la falta de clientes y aparte yo tengo una prótesis en una pierna, por eso se me dificulta recorrer las calles”.
“Cuando todavía había clases yo vendía de 10 a 15 (bolsas de) papás en el trascurso de la tarde pero ahora solo vendo en el día de cinco a seis. Es que la gente no sale mucho a la calle por los contagios del virus y eso me afecta a mí y a todos los comerciantes” dijo Hugo Juárez.
Sin embargo, el vendedor de botanas dijo que no tiene miedo a contraer la enfermedad: “me da más miedo no tener dinero para que mi familia este bien y coma todos los días pero por otro lado también lo pienso bien porque si nos enfermamos no tendremos el sustento para salir adelante”.