En jornadas de trabajo de ocho horas, los ingresos apenas alcanzan para las necesidades básicas, dice Oscar.
Óscar Luis Saldaña, quien trabaja como checador de rutas desde hace 25 años, asegura que la pandemia de covid-19 está dejando grandes afectaciones económicas en las familias. En su casa, por ejemplo, por falta de dinero cambiaron la leche por el te, porque este último es económico y rinde más.
Desde su lugar de trabajo en la calle Fray Bartolomé de Las Casas del centro de Cuernavaca, el entrevistado cuenta que la afectación pegó a los concesionarios y choferes, y como consecuencia los checadores que recibían dos pesos por informar a los operadores el tiempo de diferencia que llevan respecto a otras unidades, hoy si bien les va, les dan un peso o nada.
“La pandemia nos vino a dar en la torre a muchas familias, afectó en la economía y cierre de negocios; es una experiencia muy fea y nos urge salir de esto, no podemos quedarnos encerrados en la casa porque los hijos nos piden comida”.
Óscar trabaja ocho horas todos los días y sus ingresos económicos son de apenas 80 pesos, y aunque quisiera trabajar más horas no puede porque a las dos de la tarde termina su turno.
“En estos tiempos no todos nos dan ‘mochada’ (dinero) y lo entendemos porque vemos que vienen con dos o tres pasajeros y en ocasiones el dinero no les alcanza ni para la cuenta, pero ni modo tenemos que seguir trabajando”.
Antes de que llegara la emergencia sanitaria, Óscar tenía ingresos de hasta 130 pesos al día y hoy con los 80 pesos que reúne tiene que buscar la manera de que el dinero le alcance para comprar algunos productos de la canasta básica y pagar los servicios de agua y luz.