En los años 50, el doctor Rodríguez Vizcarra, director y propietario de una clínica pediátrica y banco de sangre localizada en esta ciudad, desarrolló una nueva forma de administrar los líquidos intravenosos en sus propios pacientes, provocando un cambio trascendental que fue adoptado en todo el mundo.

El doctor Vizcarra obtuvo la patente nacional y luego en los Estados Unidos para este nuevo producto (cuyo nombre comercial es Punzocat) y fundó Equipos Médicos Vizcarra, desde donde promovió de manera personal el sistema y su técnica de aplicación en todo México, mostrando a médicos y enfermeras la forma sencilla de utilizar este método que hoy es el procedimiento habitual en la terapia intravenosa.

Lo que comenzó como un negocio familiar ha crecido hasta convertirse en un proveedor mundial de productos de excelente calidad, exportando desde Morelos a los mercados intercontinentales; su aportación también ha sido motivo para llamar a uno de los hospitales comunitarios de la zona sur de Morelos, el que se ubica en la cabecera municipal de Puente de Ixtla, con su nombre.

Su deceso ha provocado consternación no sólo en el mundo médico y empresarial, sino en toda la sociedad que aprecia el lado humano del médico que desde Cuernavaca contribuyó a mejorar la calidad de vida de los enfermos de todos los continentes.