Alerta por posible brote de coronavirus entre la población interna.
La alarma se desató nuevamente en el penal de Atlacholoaya, pero la causa no fue una riña ni un motín, sino un posible brote de coronavirus entre la población interna. Oficialmente, hay un reo que murió por la enfermedad y por la negligencia de las autoridades penitenciarias, que se resistieron a darle atención médica de inmediato durante los primeros síntomas.
En el monitoreo y supervisión que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos realiza a centros penitenciarios de 14 entidades del país en el contexto de la emergencia sanitaria por el covid-19 ya aparece el caso de Isidro Rodríguez, quien hace unos días falleció presuntamente por coronavirus, pues presentó todos los síntomas pero el resultado de la prueba está pendiente.
En las últimas horas, internos y personal han denunciado la presunta muerte por covid-19 de una custodia y otro más en la cárcel distrital de Cuautla. Hasta el momento, la coordinación de reinserción social que encabeza Israel Ponce de León Borquez, mantiene su acostumbrado hermetismo, en un intento por esconder lo que sucede en el interior de penal más grande de Morelos, que alberga a más de dos mil 300 personas privadas de su libertad.
Familiares de los internos lanzaron los primeros pedimentos de auxilio y denunciaron que la dirección del penal restringió la atención médica a los internos que presentan síntomas de enfermedad respiratoria y dificultad para respirar.
“Por favor, las personas privadas de su libertad se están muriendo de covid, ya son 80 personas las infectadas, en especial las del dormitorio 1, del 1 a la celda 10 y 12 están muy graves ya, ya hay internos que no tienen ni modo ya de respirar, no pueden caminar ya por el dolor de sus articulaciones, tienen fiebre muy alta, tienen vómito y dolor de cabeza, temperatura de 40 grados”, dijo la madre de un interno, que pidió el anonimato y que aseguró que es lo que su hijo le narró vía telefónica.
“Recibí una llamada por parte de un familiar que tengo recluido en el penal de Atlacholoaya, en el Estado de Morelos para hacerme del conocimiento de que tenía síntomas de que aparentemente parecían del covid, se veía muy preocupado, decía que no podía respirar, que tenía mucha tos”, dijo José Patricio Guadarrama, familiar de otro interno, quien se quejó de las autoridades penitenciarias y la deficiente atención médica.
Pero el caso que ha puesto en vilo la situación que se vive en el penal de Atlacholoaya es el de Isidro Rodríguez Sánchez, interno que falleció este martes con síntomas de covid-19 y cuyo caso ya aparece en las estadísticas de la CNDH.
El abogado de la familia de Isidro, Ricardo Sánchez Bautista, adelantó que presentará una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos (CDHEM) y una denuncia penal contra la directora del penal de Atlacholoaya, Lluvia Bartolo Oregón, por su responsabilidad en el deceso de Isidro, al negarle la atención médica oportuna.
“Vamos a presentar una queja ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, también una denuncia penal por las irregularidades en las que incurrió la directora del centro penitenciario. Primero, al no prestarle la atención médica a la que está obligada a cualquier interno y, dos, al no acatar un mandato judicial en la cual la juez le ordenaba que trasladara al interno Isidro Rodríguez Sánchez a un hospital particular, para su atención”.
Narró que desde que la víctima presentó los primeros síntomas de covid-19 se pidió a las autoridades penitenciarias el traslado al hospital para que se le practicara la prueba y se le diera tratamiento adecuado, sin embargo, la directora del penal rechazó la petición y la familia tuvo que recurrir a un juez.
Fue así que la directora del penal, Lluvia Bartolo Oregón, fue apercibida por la juez oral Yaredy Montes Rivera, quien ordenó llevar a Isidro al hospital, pero en dos ocasiones la funcionaria penitenciaria simuló el traslado y se negó a llevarlo al hospital particular.
Hasta que la juez sancionó a Bartolo Oregón fue cuando finalmente se logró el traslado a un nosocomio, pero él ya estaba grave y finalmente falleció.
Isidro compartía la celda con otros 14 internos, razón por la cual se solicitó a la autoridad penitenciaria practicarles la prueba del covid-19, ya que algunos han presentados síntomas como tos y fiebre.
“El día de ayer solicitamos a la juez de nueva cuenta que autorizara que se realizara el examen, incluso de manera particular lo pagaban los familiares, a los demás internos que ahí se encuentran, porque están probablemente infectados, han tenido síntomas, han tenido tos, han tenido calentura, nos lo han dicho, pero también nos han dicho que tienen bastante temor de dar a conocer esto por lo que sucede en los penales”, expuso el litigante.
Debido a los testimonios de familiares de internos que están preocupados ante un posible brote de coronavirus dentro del penal de Atlacholoaya y otros centros penitenciarios, la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Morelos solicitó informes a las autoridades penitenciarias, quienes a más tardar el lunes deberán de responder la petición de información del organismo.
Las autoridades penitenciarias, quienes han sido cuestionadas en los últimos meses por la violación de derechos humanos y su falta de pericia para mantener el control de las cárceles locales, mantienen silencio sobre el tema y los familiares no tienen certeza del estado de salud de muchos de los internos. Sobre la salud de los custodios, tampoco hay certidumbre.