Un conductor de Didi explica los daños que causó la pandemia a su oficio.
En plena contingencia por el Covid-19, Luis Alberto Álvarez aumentó sus horas de trabajo como conductor de Didi -un servicio de transporte de personas que se ofrece por medio de una aplicación- porque como esposo tiene la responsabilidad de llevar dinero a casa.
Para él las horas buenas son durante la madrugada, pues por la tarde tiene mayor competencia.
Antes de que llegara la pandemia realizaba por lo menos tres viajes por hora pero actualmente apenas llega a uno en el mismo lapso, por lo que trabaja hasta 18 horas.
Luis Alberto empezó como conductor de Didi en noviembre pasado; antes trabajaba para la aplicación de Uber. En su jornada laboral, si le va bien, reúne de 800 a mil pesos al día y de ese total le corresponden entre 400 y 500, pesos los cuales ocupa para la gasolina y para comprar comida.
Empieza su labor por la tarde-noche y durante la madrugada, porque en esas horas encuentra más servicios principalmente de personas que salen de hospitales, de velorios y hasta algunos que se fueron de fiesta.
-Entonces, ¿hay quienes no dejan la fiesta?
“Pues hemos visto que hay trabajo en el día pero hay muchos conductores, hay más competencia, por eso prefiero trabajar de noche y es cuando encuentro servicios de gente que salen con amigos a fiestas, personas que están en hospitales o velorios”. De estos últimos servicios realiza por lo menos tres a la semana.
Afirma que no tiene miedo al virus porque está bien informado sobre las medidas que deben seguir para evitar un posible contagio.
No obstante, tiene conocimiento de algunos compañeros que por temor al covid-19 bajaron a los pasajeros que estornudaron durante el trayecto.
Otros, para evitar esos momentos incomodos, cuando estornudan dicen que es consecuencia del cambio climático (sic).
Por el momento no ha pensado en dejar su trabajo debido a que es su única fuente de ingresos. Sin embargo, en un escenario más crítico trabajará únicamente con clientes frecuentes.
“Está complicada la situación económica porque se detuvieron las clases y bajó la demanda en el servicio, debido a que algunas empresas dieron a sus trabajadores la oportunidad de realizar sus labores desde casa y desde entonces hay poca gente en las calles”.