Golpeado constantemente, amarrado de pies y manos, con una capucha que le cubría la cabeza y tirado en el piso fue como Adrián Fernández, director de la revista Perfil, vivió las peores 19 horas de su vida.
Antes de rendir su declaración ante autoridades de la Unidad Especializada en Combate al Secuestro (UECS) de la Fiscalía General del Estado (FGE), Fernández contó cómo fue privado de la libertad por un grupo de hombres armados la noche del miércoles19 de febrero en un restaurante de Cuernavaca, donde festejaba su cumpleaños.
“Fue una experiencia verdaderamente mala, verdaderamente como una pesadilla, es algo que no le deseo a nadie, yo creo que ni al peor enemigo.
“(Estaba) maniatado, tenía una capucha, nunca pude ver a mis captores, entraban, salían, me estaban interrogando, me preguntaban muchas cosas y me tenían también atado de los pies y yo les pedía de favor que me aflojaran un poquito porque la circulación no me llegaba, de hecho aún ando con las secuelas de que no me fluye bien la sangre, y cuando yo les pedía un favor me remataban con otro trancazo y sí es una experiencia muy desagradable”, dijo.
Las más de 20 heridas que tiene en la cabeza y los problemas de circulación que presenta en manos y pies son parte de los recuerdos que Adrián tiene de los momentos en los que pensaba que ya no vería a su familia.
“Yo ya no iba a ver a mi familia, ellos me lo dijeron: ‘mira, te vas a…’. Yo ya no los iba a ver… yo estaba… te pasan muchas cosas por la mente, mi hija tiene 14 años, mi hijo 19, y yo creo que el sueño de todo padre es ver a la hija ya grande, casada, nietos, y yo dije ‘voy a ser de los que no lo van a poder ver’. Ahora, gracias a la vida, gracias a Dios, lo voy a poder lograr, voy a poder ver ese sueño, pero yo no creí volver a estar libre, no creí platicarla, luego me decían que se habían equivocado, que no era yo al que buscaban, todo eso la investigación la tiene que hacer la procuraduría”, contó.
El periodista también contó cómo ocurrió “el levantón” y el asesinato de un trabajador del restaurante, un joven de 25 años de edad.
“Lo increíble es que en un restaurante en el mero Centro de Cuernavaca, a las 8 de la noche, con tráfico, dices no puede ser que pase algo, yo incluso colgué el teléfono con mi familia indicándoles que a las 9:00 yo me retiraba del lugar y lamentablemente pasó.
“Estaba yo adentro de un restaurante, estaba en una mesa sentado con un grupo como de 20 amigos que me estaban festejando mi cumpleaños, todos son frontonistas y tenistas, cuando de repente oigo una explosión, volteamos y ya habían matado a un valet parking, un muchachito de 25 años que su único delito fue haber estado parado ahí en la entrada; llegaron estas personas, le disparan y lo tumban, lo matan, todos nos metemos abajo de la mesa y llegan preguntando ‘¿quién es Adrián, quién es Adrián?’ Y ellos mismos dicen ‘es él, jálalo’. Me jalan, me llevan a rastras, jalando todo de las piernas, hasta las escaleras y me meten en los vehículos”, dijo.
Desde ese momento los hombres armados golpearon constantemente la cabeza del periodista con las pistolas que portaban.
“Me metieron al vehículo, me empezaron a pegar con las cachas de las pistolas, yo creo que traigo no menos unas 20 heridas en la cabeza, golpes en las costillas, durante toda la noche me estuvieron golpeando y no quiero dar más declaración porque voy a entrar a la Procuraduría, voy a dar mi declaración y no quiero entorpecer la investigación”, expresó.
Adrián Fernández agradeció a su familia, a la sociedad y a los reporteros de Morelos que difundieron su caso con el fin de presionar a las autoridades para rescatarlo con vida.
“Si algo le debo este rescate es a la sociedad, primero a Dios, a mi familia, a la sociedad y a ustedes como medios de comunicación que me apoyaron, ustedes hicieron viral mi secuestro y eso aportó de alguna manera a que la autoridad se abocara a la investigación y es una prueba fehaciente de que estando juntos, unidos, la sociedad, la autoridad, los gobiernos se pueden lograr muchas cosas.
“El mío es un caso como de muchos, yo afortunadamente lo estoy contando, hay gente que no lo cuenta y verdaderamente le agradezco a la vida, a Dios, esta nueva oportunidad que me dieron”, expresó.
Dijo que para no entorpecer las investigaciones de la UECS no revelaría más datos sobre qué le preguntaron sus captores, sin embargo sí comentó que las preguntas giraban en torno a figuras públicas de Morelos.