Laboran en la primaria de Ticumán cuya directora fue destituida.

El Instituto de la Educación Básica del Estado de Morelos (IEBEM) confirmó el cambio de Angélica Romero Velázquez, directora de la escuela primaria “Benito Juárez” -ubicada en el poblado de Ticumán, municipio de Tlaltizapán-  acusada por un grupo de padres de familia de presunto maltrato psicológico y verbal hacia los alumnos. Los porfesores del plantel también protestaron porque se dijeron agredidos por los padres de familia.

Para atender este tema se instalaron mesas de diálogo por separado con mentores, padres y tutores para el establecimiento de acuerdos, entre los que destaca la reapertura y normalización de las actividades en la escuela a partir de este martes 15 de octubre.

Además, se acordó efectuar el próximo jueves 17 una asamblea informativa con padres de familia y maestros.

Esta respuesta ocurrió después de una protesta que realizaron los maestros en la explanada del zócalo de Cuernavaca para denunciar acoso por parte de un conjunto de padres de familia, que los acusan de apoyar a la directora Angélica Romero, lo cual negaron.

Los inconformes -encabezados por un docente que omitió su nombre- manifestaron temer por su integridad física, por lo que suspendieron clases este lunes en la escuela “Benito Juárez”  hasta que se les garantice su  permanencia en el plantel educativo.

De igual manera, señalaron que los paterfamilias asumieron una posición radical, por lo que solicitaron al IEBEM ser mediador en este asunto, ya que los docentes han recibido amenazas de parte de los padres de familia.

Los 11 maestros fueron atendidos en la Dirección General del IEBEM, donde se les notificó que el instituto tiene las facultades de solicitar cambio de adscripción de todo el personal y trabajadores de la educación por necesidades del sistema, en cualquier momento, de modo que se hará el cambio.

El problema empezó el pasado 8 de octubre cuando los padres de familia tomaron la escuela y pidieron la destitución de la directora.

Ese día los profesores se mantuvieron al margen pero el 11, después de las clases –dicen- los padres empezaron a amenazar a los educadores.