Al final de la ceremonia hubo disparos y una persecución a unos metros del lugar, para detener a un hombre al que una persona acusa de secuestro.
Este jueves fue inaugurada la nueva ubicación de la estatua ecuestre del caudillo revolucionario Emiliano Zapata Salazar, la cual fue movida de la glorieta de Buena Vista a un costado del libramiento Cuernavaca. El monumento fue colocado en un sitio con mayor visibilidad, como un acto de reivindicación y fortalecimiento de la identidad, señalaron autoridades estatales.
La ceremonia transcurría sin contratiempos. Acudieron la mayoría de los integrantes del gabinete encabezados por el Jefe de la Oficina de la Gubernatura, José Manuel Sanz Rivera, así como familiares del General Zapata e invitados que seguían en el lugar, cuando se escucharon varias detonaciones de un arma de fuego, a tan sólo unos cuantos metros de la efigie del revolucionario.
De inmediato comenzaron los gritos de guardias que vigilaban el acceso y personal de seguridad corría hacia la avenida Vicente Guerrero, donde habían sido apostados elementos del Ejército.
Ante la confusión, pues nadie sabía lo que ocurría, los asistentes al acto oficial y funcionarios comenzaron a correr para buscar refugio, otros permanecieron agachados tras las bardas de un predio aledaño. Sanz Rivera, mano derecha del gobernador del estado, fue literalmente empujado hacia el muro lateral de la base que ahora sostiene la escultura de Zapata y sus escoltas lo rodearon a él, junto con algunos de los zapatistas, que de igual manera escucharon los gritos: “sí son disparos”, “tírense al suelo”, “agáchense”, “traigan la camioneta”.
Las patrullas encendieron las sirenas y arrancaron en persecución; en torno al lugar de la ceremonia prevalecía el asombro y el susto. De inmediato acercaron las camionetas de los secretarios de despacho y del Jefe de la Oficina de la Gubernatura, quien fue sacado del lugar, acompañado con los escoltas.
Las y los reporteros, camarógrafos y fotógrafos corrieron detrás de los elementos para captar las imágenes del operativo que, de manera intempestiva, arrancó con los disparos.
Diputados preguntaban con sorpresa qué había sucedido y alguna de las legisladoras locales trataba de ayudar a caminar a mayor velocidad a algunas personas del grupo de zapatistas, de edad muy avanzada, a tratar de salir, con gestos que mostraban su deseo de entender lo que ocurría.
De acuerdo con testigos de los hechos, se trataba de una persecución a un presunto secuestrador.
Narraron haber visto una camioneta Yukon color negro con placas de circulación 159-VTN y en la que un hombre se pretendía dar a la fuga, mientras familiares de la presunta víctima trataban de alcanzarlo, pidiendo apoyo a militares y policías.
"La camioneta se dio a la fuga tratando de subirse sobre el camellón, mientras los familiares se bajaron y trataban de alcanzar al conductor, los familiares gritaban desesperadamente que lo detuvieran (...) Una persona venía detrás con un arma disparándole hacia la camioneta, gracias a Dios pudieron al fin darle alcance", manifestó una mujer que se encontraba en la avenida Vicente Guerrero.
"Los militares, las personas que estaban ahí no sabían de qué se trataba, hasta que empezamos a gritar que era un secuestro, que por favor lo detuvieran. Fue cuando entonces ellos tomaron cartas en el asunto", añadió otra mujer, quien dijo ser madre de una joven que -presuntamente- habían secuestrado.
Otros testimonios dieron cuenta de que uno de los civiles que viajaban en la camioneta fue quien disparó el arma, para obligar al conductor que escapaba a detener la huida.
Más adelante, elementos del Mando Único dieron alcance a dicho vehículo y aseguraron a una persona de sexo masculino; el hombre respondió a reporteros que él iba con su madre y negaba haber secuestrado a una joven.
De acuerdo con la versión oficial, se detuvo a una persona que presuntamente está vinculada con un secuestro cometido el año pasado. Los familiares de la víctima identificaron al delincuente y lo persiguieron; al llegar a la avenida Vicente Guerrero, en la salida a la autopista, al ver a los militares y policías que custodiaban el evento oficial, pidieron auxilio; gritaban que detuvieran el vehículo para dar alcance a quien había sido identificado como responsable del secuestro.
El comunicado refiere los siguiente: “Los tripulantes de una camioneta denunciaron a elementos de la 24ª Zona Militar y efectivos de la Comisión Estatal de Seguridad Pública, concentrados en el entronque de la avenida Vicente Guerrero y la autopista México-Acapulco, que habían identificado al conductor de una camioneta Yukon con placas de circulación 159-VTN de la Ciudad de México, a la que iban persiguiendo, como uno de los probables responsables de haber participado en un ilícito cometido en el año 2017.
Con los datos proporcionados por denunciantes, en una acción operativa entre elementos militares y policías estatales se logró la ubicación de dicho vehículo, que coincidía con las características proporcionadas, por lo que se realizaron los cierres correspondientes, asegurando la zona y proporcionando seguridad a quienes transitaban por el lugar.
Los efectivos lograron la detención de quien fue identificado como Jhony Salvador “N”, de 25 años, con domicilio en el municipio de Cuernavaca, quien en un principio se opuso, por lo que fue asegurado por resistencia de particulares en el lugar.
El presunto responsable fue puesto a disposición de la Fiscalía General del Estado a fin de realizar las indagatorias e investigaciones correspondientes, para determinar su relación o no en algún hecho delictivo”.
La nueva ubicación del General Zapata
Este jueves fue inaugurada oficialmente la nueva ubicación de la estatua del general Emiliano Zapata, que durante décadas había permanecido en la glorieta de Buena Vista, en el acceso norte de Cuernavaca.
Después de tres semanas y una compleja maniobra de traslado, finalmente fue terminado el monumento dedicado al héroe revolucionario con la leyenda de dedicatoria: “Por el pueblo de Morelos”.
El jefe de la Oficina de la Gubernatura del gobierno de Morelos, José Manuel Sanz Rivera, explicó que el gobernador Cuauhtémoc Blanco Bravo estuvo ausente porque fue convocado a una reunión para tratar temas relacionados con el presupuesto del estado para el 2019.
Expresó que la reubicación no fue producto de “caprichos personales”, sino como un acto para dignificar y “liberar” este símbolo tan emblemático para los morelenses, de los puentes en los que quedó atrapado en el lugar que ocupaba.
En la ceremonia estuvieron presentes zapatistas, familiares de Emiliano Zapata, así como el escultor Carlos Kunte Obando, ante quienes Sanz Rivera expuso que “una mala planeación estratégica había confinado a la figura del general Emiliano Zapata, máximo líder del agrarismo mexicano, emblema de la revolución y reconocido líder mundial, casi al olvido en un lugar poco visible e indigno”.
“Cabalga de nuevo con nuevos bríos” expresó con visible emoción, al destacar que en el sitio actual, la escultura podrá ser apreciada por miles de personas que circulan por esa vía.
Mencionó que el valor que Emiliano Zapata mostró en su lucha social es el mismo que debemos manifestar todos para cambiar este estado y que regrese la paz y la tranquilidad.
El titular de la Secretaría de Obras Públicas, Fidel Giménez-Valdés, puntualizó que la reubicación de la pieza de escultura no representó ningún costo adicional para el gobierno del estado, ya que se obtuvo el apoyo de algunas empresas privadas. La multicitada escultura está colocada en un pedestal de 5.80 metros de alto con dirección hacia el norte, “en honor al momento en el que Zapata cabalgó a encontrarse con Francisco Villa para tomar la Ciudad de México”.
Manuel Manríquez Zapata, nieto del líder revolucionario, solicitó que se intervinieran otras efigies del caudillo, principalmente algunas que se encuentran en Cuautla y otros municipios de la zona oriente.