Los profesionales de la salud del estado de Morelos han apoyado a la población durante el desastre ocasionado por el reciente temblor, sostuvo la presidenta del Colegio de Médicos del estado de Morelos, María Reyna Bárcenas Hurtado, quien llamó a la población y a las autoridades a tomar en cuenta que muchos de sus compañeros laboran en condiciones que no son las idóneas y están haciendo lo humanamente posible por brindar atención de calidad.

Además, opinó que será necesario hacer un análisis de lo ocurrido durante los primeros días del desastre porque, desde su punto de vista, faltó organización.

Dijo que, como otros profesionistas, es oportuno el reconocimiento al gremio, que desde hace unos años para acá ha sido muy agraviado por frecuentes señalamientos y juicios, sin tomar en cuenta todos los factores que inciden en el trabajo que desempeñan.

La dirigente informó que la agrupación en este momento trabaja en la participación que tendrá en el Congreso nacional a realizarse en este mes en el estado de Guerrero con la asistencia de 25 colegios de todo el país y que tendrá como tema central “la criminalización del acto médico”.

Destacó que constantemente los profesionales de la medicina han sido perseguidos por demandas o denuncias sin fundamentos, o procesados sin peritajes de expertos en la materia, entre otras condiciones que agravan su desempeño.

Recordó que casi siempre se suele culpar a los médicos cuando hay algunas complicaciones o un resultado fatal, a pesar de que muchas veces laboran sin las condiciones adecuadas y sin los insumos correspondientes. Dijo que esta situación, ha sido muy evidente durante la contingencia por el sismo del 19 de septiembre.

En varios hospitales en la entidad se tuvieron que acondicionar estacionamientos y otros espacios para que los médicos continuaran con la atención, y con toda su disposición han laborando para atender el desastre.

Informó que vinieron médicos de entidades como Tlaxcala, la Ciudad de México y el Estado de México para brindar consulta a los damnificados, desde el 20 al 23 de septiembre.

Dijo que, al realizar dicha labor, los médicos observaron que hay insumos, pero mal distribuidos. Mencionó, por ejemplo que “nosotros vimos que, en el municipio de Tlaquiltenango, hasta el 23 de septiembre les llevaron una pipa de agua. Hay otros pacientes que nos preocupan como aquellos que tienen diabetes o hipertensión, y cuyas complicaciones se comenzarán a ver ya pasada la emergencia, pues no han tenido el seguimiento correspondiente en estos días”.

Comentó que, de acuerdo con la versión oficial, todas las necesidades de atención médica están cubiertas y siempre hubo servicio, pero sostuvo que incluso médicos en el sector privado tuvieron que entrar en apoyo. Expuso que tienen documentados casos de pacientes “totalmente desatendidos” con fracturas en el municipio de Totolapan, que llegaron al hospital general de Cuautla, pero no fueron recibidos; hasta el 23 de septiembre no había ni una radiografía y se les dio apoyo en laboratorios particulares.

Otro caso más fue atendido en un sanatorio privado en Cuautla, a una persona que tenía el pie fracturado desde cinco o seis días antes y no había sido atendido. La gente, en comunidades rurales, recibía algunas despensas, pero no contaba con condiciones de sanidad.

“Creo que se tiene que tomar esta experiencia en el sector público, para que se mejore la organización y se garantice realmente el acceso a la salud en caso de desastres. Nosotros estamos muy orgullosos y satisfechos de poder ayudar y lo seguiremos haciendo, pero creo que sí es importante que, en (el sector) Salud, lo consideren, que haya una mejor distribución de ayuda; muchos días se concentró al personal e incluso voluntarios en Jojutla, y otras comunidades quedaron desprotegidas”.

Reyna Bárcenas mencionó que las condiciones rebasaron a todos, porque nadie se esperaba un desastre así en Morelos, pero consideró que se tiene que preparar el estado para cualquier contingencia.

Expuso por otra parte que se debe fortalecer la vigilancia y atención, no sólo en albergues, sino en zonas afectadas por el temblor.

Externó como muestra que en la zona habitacional El Pochotal en el municipio de Jiutepec, donde (estimó) hay más de 300 familias afectadas, identificaron casos de pediculosis, un caso probable de hepatitis y uno más de varicela: “nosotros hemos visto esos casos y les hemos apoyado con laboratorios, porque no ha habido atención ni servicios, creo que lo que falta es mayor organización de los servicios médicos existentes. Hay gente que no tiene recursos económicos, llegan a un hospital y les dicen vete para allá y luego ve a otro lado y así detectamos a otro matrimonio en Cuernavaca que tenían fisuras en extremidades y que fueron atendidos en consultorios privados sin costo. El problema es la falta de organización para otorgar los servicios médicos públicos ya existentes en todas las zonas dañadas, esa es la opinión que les doy desde el Colegio de Médicos y esperamos que la consideren con este ánimo constructivo”.

“Hemos hecho lo que hemos podido y vemos que este tema no ha terminado, porque muchas personas perdieron su vivienda y necesitan condiciones de mayor sanidad y estrecho seguimiento a su condición de salud” concluyó.