“Necesitamos que las cosas sean transparentes y que den cuenta de cómo van los trabajos en la zona”, ya que los terrenos donde se asienta el sitio de Chimalacatlán son ejidales, apuntó Brito Marbán.
Además de señalar que “es fecha que no se ha dado a conocer ningún informe de los avances y las acciones que se han llevado a cabo en este lugar y al haber vestigios arqueológicos entendemos que podría haber piezas importantes que servirían para el museo”.
En este marco, señaló que de acuerdo a lo dicho por el equipo del INAH y los propios lugareños que fueron contratados para el trabajo de limpieza y excavación, “no han encontrado ninguna vasija o instrumentos de aquella época, pero creemos que la zona está siendo saqueada”.
Pablo Brito asegura que sí hay piezas y que les parece extraño que las autoridades y encargados del INAH “no han dado ningún informe a la comunidad sobre la situación que guarda en estos momentos la zona”, por lo que hizo un llamado a las autoridades municipales y del instituto para que pueda haber transparencia de este trabajo arqueológico y se tome en cuenta a la comunidad.
Entre tanto los trabajos de excavación y mantenimiento continúan por las mañanas y se ha contratado gente de la comunidad para tal efecto.
Cabe señalar que en algunas partes de la zona, aunque se han hecho fumigaciones, existen varios depósitos de agua de lluvia que ya contienen maromeros, por lo que también el llamado se hace a instancias de salud para que se evite un brote de dengue, pues aunque es una comunidad pequeña, hay niños, adultos y trabajadores del INAH que diariamente están ahí y pueden ser sujetos de picaduras del mosquito que provoca el dengue.