“La desigualdad de los ingresos se ha agudizado en la mayoría de los países y los ingresos más altos se alejan cada vez más de los ingresos medios. En las economías desarrolladas, la desigualdad de ingresos ha acarreado una desigualdad de riqueza y podría socavar la movilidad social en los años venideros, esto es, los cimientos mismos del tejido social”, dijo.
Esto, en el marco de lo dicho por el secretario de Hacienda y Crédito Público, Ernesto Cordero, quien dijo que "hace mucho tiempo que México dejó de ser pobre", lo que el dirigente criticó y dijo que “desgraciadamente las políticas sociales y económicas en las últimas décadas han sido erráticas y desfavorables para el equilibrio social”; de ahí la cada vez más creciente pobreza.
El también secretario sustituto de relaciones del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de la CTM, Limón Rivera, manifestó a través de un boletín de prensa que para reducir a la mitad la tasa de la pobreza de aquí al 2015 en comparación con los niveles de 1990, los países en vías de desarrollo como México necesitarán duplicar el crecimiento del empleo productivo hasta alcanzar el 8 por ciento frente al actual casi 2.3 por ciento.
Asimismo, hizo referencia a que el 80 por ciento de la población mundial se reparte el 30 por ciento de la riqueza del planeta; entre 1990 y 2007, el 20 por ciento de la población mundial más pobre aumentó su participación en la renta total del 1.5 por ciento al dos por ciento. En 2007, unas tres mil 500 millones de personas se repartieron los mismos ingresos que 61 millones de personas.
Finalmente, enfatizó que “a través de una combinación de decisiones en materia de políticas e innovación tecnológica, la globalización ha contribuido a que los países potencien su capacidad para producir más, amplíen sus mercados, modernicen sus sectores productivos en función de su ventaja comparativa y fortalezcan las empresas al exponerlas a una mayor competencia; sólo que esos promedios no son una realidad para la mayoría de las personas”.