Con la publicación en el Periódico Oficial “Tierra y Libertad” del Reglamento de la Ley de Firma Electrónica, se fijó un plazo de 100 días hábiles para que las entidades públicas estatales y municipales comiencen con la ejecución y operación directa de la firma electrónica, así como de su difusión para que la población conozca este nuevo mecanismo tecnológico para realizar diversos trámites y gestiones.
El 17 de noviembre de 2010 entró en vigor la Ley de Firma Electrónica para el Estado de Morelos. Entidades como Guanajuato, Chiapas, Sonora, Yucatán, Jalisco, Distrito Federal ya cuentan con esta legislación. Para la aplicación de la nueva ley, se fijó un plazo de 180 días para la expedición de su respectivo reglamento, el cual recientemente fue publicado en el órgano oficial de difusión del Gobierno del Estado y comenzó su vigencia desde el 21 de abril.
Las dependencias de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, así como de Ayuntamientos, organismos autónomos y descentralizados a partir del 1 de agosto deberán disponer en sus respectivas páginas de internet de los enlaces que correspondan con la Ventanilla Electrónica de Acceso General que proporcionará la relación de las actuaciones a disposición de los ciudadanos y su acceso, así como el enlace con las demás áreas de la Administración Pública Estatal, en las que se encuentra previsto el uso de la firma electrónica.
Para que los ciudadanos y los funcionarios obtengan su firma electrónica, deberá designarse un organismo certificador, el cual tendrá la obligación no sólo de expedir la firma y clave electrónica sino resguardar la confidencialidad de los datos de los usuarios.
De acuerdo con las autoridades, con el uso de la firma electrónica los ciudadanos y los representantes de las empresas ya no tendrán que ir a las oficinas de gobierno porque podrán realizar sus trámites por internet y disminuirá el riesgo de falsificación de documentos ya que es mucho más fácil falsificar un documento en papel y tinta, donde la probabilidad es de uno en diez mil, mientras que en una firma electrónica es de uno en diez millones.