Fue el regidor de Turismo, Luis Salas Catalán, quien después del medio día de ayer se reunió con decenas de comerciantes de la zona, para informarles que el área sería despejada y sólo los vendedores que tienen permiso para ejercer el comercio serían reubicados en calles donde no se afecte la imagen urbana.

Lo anterior provocó el descontento de los comerciantes de raspados, algodones de azúcar, chicharrones, entre otros productos, pues aseguran que esa actividad es su única fuente de ingresos.

Comentaron que las ventas no han sido buenas y con una reubicación éstas serán todavía más bajas.

Sin embargo, Salas Catalán les explicó que no pueden permanecer más en la Paza de Armas y por su parte el Ayuntamiento les permitirá seguir vendiendo pero en otras zonas, aunque no dijo cuáles.

Sin mostrar una actitud de agrado, los comerciantes escucharon al regidor y quedaron a la espera de conocer los lugares que les serían destinados para continuar con su actividad, aunque no aseguraron si los tomarán.