Este miércoles por la mañana, elementos de la 24ª Zona Militar fueron informados que en la colonia Vicente Guerrero del poblado de Tejalpa, ubicado en Jiutepec, había personas armadas a bordo de varios vehículos

La denuncia anónima provocó que los militares acudieran a investigar el caso, y al llegar a la mencionada colonia lograron ubicar a estos sujetos, uno de ellos sacó un arma de fuego y les comenzó a disparar en repetidas ocasiones.

Estos individuos trataron de escapar, pero al verse rodeados por los elementos del Ejército Mexicano no les quedó otra alternativa, que entregarse a las autoridades.

Los delincuentes dijeron llamarse Ricardo Olaís Espina, alias “El Olaís”, vecino de la colonia Vicente Guerrero, del municipio de Jiutepec; Javier Marcelo Flores apodado “El Pelos”, con domicilio en la colonia Antonio Barona y Uruchurto Meza, conocido con el mote de “El Pelón”, habitante de la colonia La Satélite, los dos últimos del municipio de Cuernavaca.

Los tres hombres dijeron ser integrantes del CPS y estar bajo las órdenes de Julio de Jesús Radilla Hernández, alias “El Negro”.

Al ser interrogados, los presuntos responsables señalaron que habían participado en varios crímenes, entre los cuales están, los hombres colgados del puente de Tabachines.

Además estos individuos informaron sobre la existencia de una narcofosa en los límites de Morelos y el Distrito Federal, en el lugar conocido como San Miguel Topilejo, de la delegación Tlalpan.

Estos delincuentes guiaron a los elementos del Ejército Mexicano hasta donde tenían enterradas a tres personas, cuyos cadáveres ya se encontraban en estado de descomposición debido a que habían permanecido entre 7 a 8 meses sepultados clandestinamente. Ninguno de los cuerpos fue identificado.

De acuerdo a los datos proporcionados por los presuntos sicarios, dos de las víctimas fueron secuestradas en el municipio de Temixco, ya que presuntamente se dedicaban a la venta de droga y a robar.

El tercer difunto había llegado del estado México y lo privaron de su libertad en la avenida Río Mayo de Cuernavaca, derivado de un problema de un terreno que se adueñó.

Los occisos murieron asfixiados y de acuerdo a la declaración de Olaís, en el asesinato participó “El Pelón”, “El Negro”, “La Chabela” y “El Ponchis”.

Entre las confesiones de estos hombres, indicaron que el CPS recibe la protección de un diputado federal, de la la Policía Municipal de Jiutepec y de la Policía del Estado.

En estas corporaciones policiacas hay elementos que les informan a los sicarios sobre los operativos que realizan los militares.

También los malhechores informaron que esta agrupación criminal se ha debilitado por las detenciones que han llevado acabo los soldados.

Por tal motivo han decido agruparse los jefes de zona y juntar a su gente para realizar diferentes actividades, como secuestros,  venta y distribución de droga.

La aprehensión de estos individuos no sólo permitió ubicar la narcofosa, además informaron que en la colonia Flores Magón tenían secuestrada a una persona.

Los sujetos tenían en su poder un arma de fuego y 23 envoltorios de cocaína.

Cabe destacar que, de acuerdo a la información proporcionada por el Ejército, el sueldo que perciben estas personas es de 3 mil pesos semanales por cometer sus fechorías.