El primer ministro de Holanda, Mark Rutte, anunció este martes que se prolongará hasta el 15 de marzo el toque de queda, una medida controvertida en vigor desde el 23 de enero para luchar contra la propagación del coronavirus, COVID-19.
El gobierno informará el 8 de marzo si el toque de queda se prorrogará de nuevo más allá del 15 de marzo, primer día de las elecciones legislativas, declaró Rutte, en una conferencia de prensa.
“Por el momento, todavía estamos en una fase increíblemente difícil”, explicó Rutte, al agregar que una tercera ola es “inevitable” según los expertos.
No obstante, el gobierno anunció una ligera flexibilización de algunas medidas en vigor, en particular la reapertura de las peluquerías.
El cierre de bares, cafés y restaurantes permanece en vigor. Las tiendas no esenciales, también cerradas, estarán accesibles ahora, pero con cita y número limitado de clientes.
El toque de queda, en vigor entre las 21:00 y las 04:30 horas, el primero en Holanda desde la Segunda Guerra Mundial, fue prolongado una primera vez hasta el 2 de marzo, y ha provocado importantes protestas y disturbios en todo el país, con más de 400 detenidos.
La medida fue llevada ante la justicia por Viruswaarheid (“Verdad sobre el virus”), un grupo que ha organizado varias de esas manifestaciones y que promueve teorías complotistas sobre la pandemia.
La semana pasada, un tribunal de primera instancia ordenó el levantamiento inmediato del toque de queda, por considerar que el gobierno había abusado de la ley especial en la que se basaba para imponer la medida.
Pero esta decisión quedó en suspenso a la espera de una apelación, cuya resolución se dictará el viernes.