En este sentido, el ejidatario Jorge Avelino Sánchez comentó que “es necesario que las autoridades pasen de las palabras a los hechos, porque hoy más que nunca, los espacios naturales de flora y fauna se encuentran en peligro de desaparición total, como resultado de diversos factores”.
Y es que, añadió, “la presencia de cazadores se suma al constante saqueo de maderas de diversas especies de maderas finas como encino, cedro, oyamel y pino, que lo mismo se venden, que las usan como leña para calefacción y cocción de comidas”.
Avelino Sánchez destacó que en esta zona “se ha detectado la presencia de cazadores provenientes del Estado de México y del Distrito Federal, pertenecientes de diversos clubes de cacería.
“Si bien la responsabilidad es compartida, se debe de tomar en cuenta que las carencias económicas de la población son más que evidentes entre los pobladores. Por ello muchos recurren a la tala para mejorar sus ingresos y las autoridades carecen de equipo, vehículos y personal especializado para llevar a cabo actividades de vigilancia en cada una de las demarcaciones que les corresponde”, concluyó.