El grupo de madres de familia llegó desde temprana hora y cerró la escuela, sin embargo, un padre, afín a la directora e identificado por algunos padres como colaborador del ex presidente municipal Sergio Valdespín Pérez, segueta en mano, procedió a quitar la cadena que se había colocado.

Pero los reclamos no cesaban e incluso fueron establecidos también en un documento enviado al supervisor escolar Adán Abel Rojas Sánchez, donde se estableció: “En los alimentos se han encontrado cucarachas, cabellos y moscas. Los alumnos han comentado lo ocurrido al personal, pero ellos solamente dicen que tiren los insectos y sigan comiendo”.

Además se establece que, en algunos casos, el desayuno que se proporciona a los alumnos es “un chicharrón con salsa de botella”.

Asimismo, que “el internado cuenta con personal para que se encargue del aseo de los baños y dormitorios, sin embargo, los niños son los encargados de esas tareas. Los niños que se quedan a dormir (cerca de 100 de los 295 inscritos) se les levanta a las 06:00 horas para barrer los patios”.

Ante la situación, la directora llamó a una reunión en la que –dijo– informaría de las condiciones que han impedido gastar las cooperaciones de padres de familia y del programa Escuelas de Calidad, para revertir las condiciones adversas.

Sin embargo, a petición del grupo de madres afines a ella, se llevó a cabo una supuesta elección de un nuevo comité de padres de familia, el cual es encabezado por Susana Vázquez Avilés, quien, sorprendiendo a todos, anunció que “se invitará a que acudan a realizar sus faenas de limpieza, pero de los padres que no asistan, se les aplicará una sanción económica y si no se corrige eso, se suspenderá a sus hijos de la escuela”.

Ello provocó que se presentaran diversos frentes de discusión, sobre todo porque parte de las madres de familia querían hacer ver la ilegalidad que significaría una decisión de esa naturaleza.

Al finalizar la reunión, la directora Margarita Garduño accedió a platicar y sostuvo que “esto ha sido causado por la incompatibilidad de estrategias para resolver las necesidades de la escuela. Específicamente, el dinero que se reúne de los padres de familia, no se aplicó como se había solicitado, que podría tomarse para Escuelas de Calidad y no se respetó ese acuerdo”.

Respecto de los problemas denunciados por madres inconformes, sostuvo que “respecto de la falta de mobiliario, en las aulas de taller es donde tenemos esa carencia y por eso el tomar el dinero de Escuelas de Calidad para superar esa carencia, de los colchones en mal estado; el problema existe, pero es menor. Si quieren conocer datos, quizá entre 4 y 5 que se deben de cambiar, las sabanas que existen, son las que se tienen”.

Hay tres perras, que son las que ocupan de vigilancia en el plantel. “Se cuida que no estén en las áreas que tienen que ver con las que los niños conviven, sino fuera; se arrastra las heces, igual el polvo de la calle” y el personal cierra los accesos.

Reconoció asimismo la falta de agua en los sanitarios y estableció que “he pedido que se arreglen los baños, porque se rompió la tubería y de esto hace 5 semanas”.

Respecto de los tres casos de hepatitis que fueron detectados subrayó: “Me han avisado los papás y no encuentro conexión, pues los niños en fin de semana van a su casa, es una posibilidad de que sea afuera donde se infectaron; si fuera una condición de la escuela, habría habido más niños enfermos”.

Los padres denunciaron la presencia de una jauría de perros que podría morder a estudiantes y que provoca que con el aire, sus heces lleguen a los alimentos, a lo que la directora estableció: “Sólo son tres perras y hacen la labor de vigilancia y de la suciedad, lo mismo puede venir de la calle”. Posteriormente, en la misma entrevista señalaría que el personal cierra las puertas del espacio destinado a las comidas.