Un desborde de gente es lo que vive Tlayacapan en sus calles, año con año, con el carnaval, una semana antes del Miércoles de Ceniza; por lo que las autoridades municipales ya se preparan para recibir a los miles de visitantes que acuden a disfrutar de esta riqueza cultural. Ramírez Martínez señaló la coordinación entre Seguridad Pública, Protección Civil, licencias de ventas; “asegurando buenos espacios, tanto para los que transitan como para los que venden. Aunque se empata con otros municipios, el carnaval de Tlayacapan sigue siendo muy representativo en todo el país; para nosotros es muy importante, por lo que esperamos que también sea un detonante económico para toda la población”.
Y es que el “brinco del chinelo” tiene su origen en este municipio, así lo sostiene el historiador Jesús de Gante, quien en el año 2002 encontró un documento en los trabajos de rescate del Archivo Municipal que a la letra dice: “He tenido noticia cierta esta jefatura de que en esa población se está disponiendo una cuadrilla para el próximo carnaval, ridiculizando a varios personajes de respetabilidad y con vituperio a la religión católica, provocando con esto una alarma de las personas con juicio y criterio. Por lo que prevengo a usted expida oportunamente el reglamento que deben sujetarse estas cuadrillas, prohibiendo personificar a las autoridades constituidas y a las religiones toleradas, o sus dignidades bajo las penas o multas a los infractores que usted estime oportunas. Independencia y libertad. Yautepec Febrero 7 de 1872 Antonio Ortiz Arvizu al Presidente Municipal de Tlayacapan”.
Por lo que el historiador sostiene que este documento refuerza el argumento por tradición oral de que es en Tlayacapan donde surge el “brinco del chinelo”, donde además es sólo en este municipio donde los disfrazados “falsetean” la voz tal como lo hacían sus antecesores, en el siglo XIX, cuando los peones se burlaban de los hacendados –llamados 2wewenches”– vistiendo ropas viejas para no ser reconocidos, puesto que ello era fuertemente castigado.
“Estos acontecimientos inician en la época ‘liberal’, cuatro siglos después de la Conquista, cuando ya no existían razas puras, en manifestación de una inconformidad social en contra de sus patrones, de las autoridades civiles y de la Iglesia”, afirmó.
El carnaval en Tlayacapan arrancó este domingo 6 de marzo por la tarde con el convite de comparsas, donde cada una hace entrega de sus banderas a los pobladores anfitriones del carnaval e inicia el “brinco del chinelo”. La hospitalidad de los tlayacapenses destaca a lo largo de la fiesta, pues es en este lugar donde los organizadores comparten la comida a todos los asistentes al carnaval. Aquí son tres las comparsas que amenizan el carnaval: “La Unión”, “América” y “La Azteca”, quienes se organizan en recorridos por barrios y actualmente turnan su actuación con un grupo de música versátil que los acompaña en el recorrido.