Sus dueños, Roy y Caroline Hands, un matrimonio que sobrepasa los 50 años, no sabían que hacer para aliviar a su mascota, así que se acercaron al Highcroft Veterinary Group, un grupo veterinario de Bristol, Inglaterra, donde consiguieron que la veterinaria experta en peces Sonya Miles interviniera a Nemo.
El enorme tumor de Nemo no lo dejaba tener una vida normal.
Para realizar la inusual operación Miles, con ayuda de la enfermera Millie Gardiner, tuvo que mantener fuera del agua al pez dorado por cerca de 45 minutos. Lo anterior fue posible gracias a anestesiar a Nemo y brindarle oxígeno a través de una jeringa con agua.
La enfermera Millie Gardiner mantenía con vida a Nemo gracias a una jeringa con agua.
La veterinaria señaló que hubo un momento en el que el corazón de Nemo dejó de latir, pero la enfermera anestesista logró reanimarlo a tiempo.
La operación resultó un éxito y el pez regresó con Roy y Caroline Hands dos horas después de la intervención. La pareja tuvo que desembolsaron 290 dólares por la operación que mejoró la vida del valiente Nemo.
Nemo de regreso a su pecera, con la marca de la operación.
No cabe duda que esta es una historia digna de Pixar. | CE