Y los porqués son dos, fundamentalmente: porque las chicas están educadas para suavizar sus mensajes mediante sonrisas o tonos dulces, y porque usan el lenguaje, sobre todo, para fortalecer sus relaciones de afecto; y eso exige ser más expresivas, cosa que los emoticonos ayudan a añadir al texto.
El último estudio sobre el uso del lenguaje en internet, las redes sociales y los mensajes privados lo lanzó este verano el grupo de investigación de Facebook. En él, se analizaron miles (no dan detalles) de comentarios y post desagregados (sin el nombre asociado, solo el sexo) en su red social para ver cuántos emojis ponían los usuarios, y contabilizaron que en el 15% se añadían símbolos de risas. Y que la mayoría de las veces eran mujeres que completaban así sus frases. Los hombres los usaban menos y preferían escribir “haha” (jaja, en inglés) o “hehe” muchas más veces que sus contrarias.
EL DOBLE DE ‘EMOJIS’ EN LOS VIEJOS SMS
Pero esto solo roza la cuestión. Para leer datos más contundentes hay que remontarse a una investigación de 2012. La Universidad de Rice (Houston, Texas, EE UU) publicó en el Journal Computers in Human Behavior, un análisis de 124.000 mensajes de texto y descubrió que ellas empleaban ya entonces –y eso que en SMS era más difícil ponerlos– el doble de emoticonos ¡y signos de exclamación! que ellos. Aunque los hombres usaban una gama más amplia de significados en las caritas.
Ya en 2014, con WhatsApp y otros servicios de mensajería instantánea en plena ebullición, la socióloga Alecia Wolf (Universidad de Taylor, en Texas) realizó otro estudio sobre las Diferencias de género en el uso de emoticonos. En él confirmó el dato de que las chicas mandan el doble de símbolos y emoticonos que los hombres, pero añadió un dato bonito: la mayoría de los emoticonos que ellas empleaban (un 35%) eran de alegría o satisfacción, mientras que ellos dedicaban el 31% a denotar sarcasmo.
Lo curioso de su investigación era que, cuando se trataba de chats en grupo, las mujeres utilizaban más símbolos de sarcasmo de lo habitual, y los hombres concedían más expresiones de felicidad y júbilo. O sea, que los modos de comunicar se contagiaban. Es algo que constató otra investigación reciente publicada en la prestigiosa revista PNAS procedente de la Universidad de Princeton.
ELLOS, SIEMPRE QUERIENDO GOBERNAR LA CONVERSACIÓN
¿Y qué tienen las mujeres para ser más positivas y expresivas en sus mensajes? Para entenderlo es bueno remontarse a un trabajo sobre comunicación interpersonal que fue muy sonado en los 70. En él se arrojaban dos datos escalofriantes: que el 97% de las interrupciones en una conversación las causa el sexo masculino, y que este, además, mantenía una actitud hostigante mientras ellas utilizaban su discurso para llegar a acuerdos.
Otro de los puntos conocidos acerca de la comunicación de cada sexo está en el contenido. Desde aquel estudio de los 70 hasta hoy mismo se comprueba a cada paso que los hombres pretenden gobernar el tema de conversación, dar datos concretos (exhibiendo conocimientos, de paso) y coordinar acciones del grupo en el que está; en cambio, las mujeres tienen como principal objetivo reforzar la relación afectiva (amistosa o amorosa) con sus interlocutores.
LA DICHOSA EDUCACIÓN EN LA DISCRECIÓN
¿Y qué tiene esto que ver con la comunicación digital? Pues que, aunque, por ejemplo, en los comentarios de una web pueden hacerse de modo anónimo, y no hay lugar a interrupciones, las mujeres siguen siendo menos dominantes y más conciliadoras que los hombres; y por eso utilizan emoticonos y expresiones más agradables que los hombres.
Las razones son culturales, según convienen los sociólogos: las mujeres están educadas en la mayoría del planeta para agradar en mayor medida que el hombre en la interacción social. De modo que no está bien visto que sean muy invectivas en sus afirmaciones; así que si tienen que decir algo medianamente contrario a sus interlocutores, lo suaviza con sonrisas (en persona o en emoticonos). Y, por otro lado, como queda dicho, su uso de la conversación está más encaminado a reforzar el lazo con los demás, antes que a tener la razón o informar, así que añaden más matices no verbales en lo que dicen. | TLife