Ser atacado por un perro no es una posibilidad que esté necesariamente a la vuelta de la esquina, pues la violencia no es una conducta inherente a los perros; no obstante, es importante saber cómo actuar antes, durante y después de esa situación.
Juan Carlos Becerril, etólogo especializado en comportamiento animal de la escuela de adiestramiento “Integración Canina”, explica que ”los perros pueden atacar por muchas razones debido a que la agresividad se desencadena por dominancia, predación, competencia, territorialismo e incluso miedo; y que dependiendo del origen de la agresividad será el tipo de ataque”.
El mismo nos da algunos tips para prevenir, detectar o, en su caso, actuar ante el ataque de un perro.
PREVENCIÓN
Este es el punto más importante y comprende los siguientes aspectos:
Carlos Becerril explica que prevenir es, en principio, comprender la naturaleza de estos animales: “ellos son territoriales, gregarios (es decir, sociales) y jerárquicos. Que sean territoriales implicará [como el concepto indica] que defenderán su espacio, de modo que, si se detecta una conducta agresiva hay que alejarse del lugar. El que sean sociales provoca que cada vez que se encuentren en jauría tengan más seguridad para atacar. Y que sean jerárquicos significa que, [en caso de que sean mascotas de compañía], debe existir una relación clara de liderazgo y subordinación, en la que el perro no adquiera más dominancia en casa de la que le corresponde”.
Para los animales de compañía es importante además que exista una educación que no favorezca actitudes agresivas, como una correcta socialización, adiestramiento en su caso y una correcta comunicación con el perro.
Por otro lado, el especialista también sostiene que hay que aprender y comprender el lenguaje de los perros, pues antes de atacar suelen enviar una especie de mensaje de advertencia:
¡AHÍ VIENE! (¡NO CORRAS!)
Si de plano fallaste en la prevención será mejor que consideres lo siguiente: según Becerril existen, generalmente, dos conductas con las que un perro puede atacar: una de dominancia y seguridad, y otra temerosa; dependiendo de esta actitud es como deberás reaccionar para inhibir el ataque. La única constante es que bajo ninguna circunstancia te eches a correr, pues “el perro es un animal predador, y que una persona corra despertará ese instinto; entonces el animal querrá morderla, podría perseguirla y terminar atacándole cual presa”, sostiene el especialista.
Ahora sí, vámonos más despacio para saber cómo actuar según la actitud del perro de acuerdo con la explicación del especialista consultado por SinEmbargo.
Actitud temerosa: “Ésta es una de los más peligroaos, pues cuando atacan por temor lo hacen de una manera descontrolada y como un mecanismo de supervivencia [...] Puedes detectar que un perro atacará por temor porque su postura corporal es encorvada, tiene las orejas hacia atrás, la cola entre las patas y te muestra los dientes: esto quiere decir ‘aléjate o te morderé’.
“Si detectas este comportamiento corporal lo último que debes hacer es darle la espalda, porque entonces se atreverá a morderte”. Quedarte quieto y de frente es la opción: “si te quedas de frente no se atreverá a atacarte porque es un animal inseguro”.
Actitud dominante y segura: “Éste tipo de perros tendrá la cola horizontal, recta y firme; también tendrá las orejas hacia adelante. En este caso no te debes quedar parado de frente porque te morderá. Él entenderá que lo estás retando y atacará, así que inhibir su ataque implica darle la espalda. Una vez que lo has hecho no debes moverte [mucho menos con movimientos bruscos porque estos despiertan su instinto predador]. Además, si tomas una actitud de huida el perro toma el poder, pues se da cuenta de que está infundiendo miedo.
En ambos casos, en la medida en que el perro se va quedando más tranquilo, debes alejarte lentamente de él.
DURANTE EL ATAQUE
Si no se pudo inhibir la acción el perro atacará de diferentes formas, también de acuerdo a su actitud: “El animal que ataca por miedo difícilmente utilizará toda la mandíbula para morderte, normalmente da pellizcones y suelta, y probablemente vuelva a morder y soltar. Pero cuando los perros muerden por ser muy dominantes y seguros suelen utilizar toda la mandíbula y te pueden sostener la mordida y sacudir la cabeza mordiéndote”.
En ambos casos, librarte del ataque en marcha es defenderte. Becerril explica que hay dos teorías: una en la que debes buscar golpearle la nariz (una parte muy sensible del animal) para que puedas ser liberado de la mordida y otra en la que debes golpear la boca del estómago: “eso le provocará malestar y hará que te suelte y tengas suficiente tiempo para alejarte”.
Por supuesto que nadie planea dónde un perro morderá, pero el especialista explica que, en la medida de lo posible, uses alguna de tus extremidades para golpear al perro.
Si el perro te ha soltado lo que procede, por supuesto, es alejarte de ahí pero, (por más increíble que parezca) debes evitar correr: “correr sólo podría incitarlo a atacarte de nuevo. Debes alejarte sin hacer movimientos bruscos”, insiste el etólogo.
DESPUÉS DEL ATAQUE
Comprender la naturaleza del perro es necesario; así evitarás que él se vea en la necesidad de atacar. Foto: Shutterstock
Posterior al ataque es necesario que acudas al médico. Si se trataba de un perro doméstico se debe exigir al propietario que compruebe que el perro contaba con todas sus vacunas y un buen estado de salud.
Existen casos en lo que se puede proceder legalmente tras el ataque de uno de estos animales. Más en SinEmbargo