Y aunque en muchos países ya han levantado la cuarentena tras reportar que no tienen ni un solo caso de coronavirus registrado, la Organización Mundial de la Salud ha alertado a los gobiernos del mundo respecto a que dicha enfermedad se quedará con nosotros por mucho tiempo más, lo cual implica mantener ciertas medidas sanitarias.
En ese sentido, lo que sí podemos hacer es respetar esas instrucciones.
Pero no todo es malo, de hecho, de acuerdo con Lindsey Marr, científica de aerosoles de Virginia Tech y una de las principales expertas en el mundo sobre la transmisión de enfermedades por el aire, “el riesgo de exposición durante un breve abrazo puede ser sorprendentemente bajo”.
La doctora se basó en modelos matemáticos de un estudio realizado en Hong Kong para encontrar cómo viajan los virus respiratorios durante el contacto cercano.
Resulta que abrazar a alguien implica un riesgo muy bajo de contagio, incluso si el abrazo fue a una persona que no sabía que era infectado y tosió durante el contacto físico.
La científica explicó que aunque se desconoce la dosis exacta requerida para que el nuevo coronavirus enferme a alguien, se estima que se necesiten entre 200 y 1,000 copias del virus.
Una tos promedio puede contener una carga de entre 5,000 y 10,000 copias del virus, pero la mayoría de las gotículas aterrizan en el suelo o en superficies cercanas.
Cuando las personas están en contacto cercano, típicamente solo alrededor del 2 por ciento del líquido en la tos, o alrededor de 100 a 200 virus, serían inhalados o salpicados por una persona cercana. Pero solo el 1 por ciento de esas partículas perdidas, solo uno o dos virus, en realidad serán infecciosas.
Entonces, ¿cómo se debe abrazar?
Hay una tremenda variabilidad en la cantidad de virus que una persona arroja, por lo que lo más seguro es evitar los abrazos. Pero si necesita un abrazo, tome precauciones. Usar una máscara. Abrazo al aire libre. Trate de evitar tocar el cuerpo o la ropa de la otra persona con su cara y su máscara. No abrace a alguien que tose o tiene otros síntomas.
Y recuerde que algunos abrazos son más riesgosos que otros. Apunte sus caras en direcciones opuestas: la posición de su cara es lo más importante. No hable ni tosa mientras se abraza. Y hazlo rápido. Acercarse y abrazarse brevemente. Cuando termines, no te demores. Retroceda rápidamente para no respirar en la cara del otro. Lávate las manos después.
Y trata de no llorar. Las lágrimas y el goteo nasal aumentan el riesgo de entrar en contacto con más fluidos que contienen el virus.
“Mantener los abrazos breves es particularmente importante porque el riesgo de transmisión aumenta con un contacto más prolongado” indicó Julia Marcus , epidemióloga de enfermedades infecciosas y profesora asistente en la Facultad de Medicina de Harvard.