La gripe está haciendo furor. Y en lo que va de temporada, los niños son los más afectados.
La gripe es un virus astuto: es casi imposible predecir dónde y cómo atacará mientras viaja por el planeta. Sin embargo, hay ciertos patrones que se dan regularmente, lo que permite a los investigadores y las agencias de salud pública anticipar a veces lo que se avecina.
Este no es uno de esos momentos.
Los responsables de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos dijeron que los síntomas similares a la gripe comenzaron a generar visitas a médicos más altas de lo normal en el país a principios de noviembre, semanas antes que otras temporadas recientes de gripe.
La enfermedad también ha aparecido y provocado el cierre de escuelas primarias en el sur y el oeste del país, en estados como Texas, Idaho, Oregon y Alaska. Gran parte del noreste, un semillero tradicional de sufrimiento provocado por la gripe, permanece por ahora ileso en gran medida.
Por otra parte, la gravedad de la gripe de este año ha sido relativamente baja. El número de personas que murieron de neumonía e influenza durante la primera semana de diciembre fue significativamente menor al umbral del 6.4 por ciento, que se utiliza como referencia para declarar una epidemia de gripe en esta época del año.
Esto, por supuesto, es un cambio positivo respecto a hace dos años, cuando una intensa temporada de gripe comenzó a acelerarse en noviembre y mantuvo un pico sostenido en enero y febrero.
Algunos hospitales estaban tan saturados que instalaron carpas en zonas de aparcamiento. En total, murieron alrededor de 61 mil estadounidenses, lo que la convierte en una de las temporadas de gripe más largas y mortales en años.
¿Por qué tantas personas han enfermado de gripe tan temprano este año y por qué es relativamente débil? El tipo de virus que circula puede ser la explicación.
“La actividad de la gripe es un poco inusual para esta época del año porque lo que tenemos predominantemente es la gripe B”, comentó Lynnette Brammer, directora del programa de vigilancia nacional de los CDC.
“La actividad de la influenza B tiende a afectar a los niños más que a los adultos, particularmente a los adultos mayores. Y los ancianos son los que impulsan la mortalidad y las hospitalizaciones”.
Pero la gripe B no deja escapar a los jóvenes.
“Si seguimos con una temporada de influenza B, creo que este probablemente será un año suave para la población en general”, dijo Brammer. “Pero para los niños, las hospitalizaciones e incluso las muertes pediátricas serían similares a cualquier otra temporada. Para los niños, la gripe B puede ser tan grave como la gripe A”.
Es inusual que la gripe B llegue primero a Estados Unidos, que a menudo registra una ola inicial de los virus de la gripe A más peligrosos, los tipos que pueden causar una pandemia de este padecimiento.
Pero la temporada está lejos de terminar en América del Norte: la propagación actual de una influenza B más débil podría estar seguida fácilmente por una cepa de influenza A.
“Quien intente predecir la temporada de gripe basándose en información temprana no entiende muy bien la gripe”, aseguró Michael Osterholm, director del Centro de Investigación y Política de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Minnesota.
“Los números de casos aumentan temprano, pero es una enfermedad tan difícil de predecir que no creo que podamos decir nada sobre lo grave puede llegar a ser”.
Sin embargo, hay un dato del que los expertos están seguros.
“La gripe está aquí”, comentó Osterholm. “Ahora es el momento de vacunarse si aún no lo ha hecho”.
La buena noticia es que los componentes de la vacuna contra la gripe elegidos para este año, un proceso realizado en marzo y basado en previsiones, aún parecen las opciones apropiadas, indicó Brammer.
“Si aún no se ha vacunado, este es un buen momento para hacerlo”, señaló. “Queda mucha más gripe por venir”.